Ponga en su educación un Arne Duncan

La existencia, desde 6º de EGB, estuvo marcada por un lema: Baloncesto y gintonics. Pero, a la par, y por desgracia, por una puta reforma educativa que ha destrozado el nivel en este país. La secundaria logsiana, y todas sus putas derivadas han llevado a la educación en España a una situación peor que lamentable. Está hecha un maldito asco, violada por malnacidos y gilipollas engreídos. Y no nos engañemos, la Ley educativa del año 1970 estaba de puta madre: bachillerato y formación profesional. Y la gente no perdía el tiempo. Pero cómo era una ley franquista había que cargársela. Y la cagaron, primero el PSOE y luego el PP. ¿Alguien recuerda algún ministro de Educación en España que pueda pasar a la posteridad? Pero eso no es lo peor. Hay que aunar, representar, educar, enseñar. Y lo que hace mucho gilipollas es idiotizar. Hay veces que me dicen que hay que ser corporativista, y siempre respondo lo mismo: “Y una puta mierda”. Otra de las mentiras de la educación, el corporativismo que esconde a una multitud de gente sin vocación y sin conocimientos desde el punto de vista epistemológico. Y de las formas, mejor ni hablar. A veces me ponían de malgintonic algunos compañeros despotricando de alumnos. El monopolio de la motivación no es exclusivo de nadie, y si hay que inventar la fórmula del agua en polvo, se inventa. Y punto. Pero a lo que iba, que me pierdo. Hace unos días, Obama nombró como responsable de Educación a Arne Duncan, que desde 2001 era responsable de la escuela pública en Chicago. Arne Duncan, un ministro que sabe lo que es la ética de trabajo del baloncesto, y de la educación. Lo primero es la escuela, y, así es como se levanta un país. Y punto.