Las evaluaciones son la pérdida de tiempo más grande de la historia de la educación, un protocolo que nadie se atreve a abolir, está ahí y así perdura. Horas y horas...
Pues sí, hijico, sí, un porsaco inicial. Yo, lo mismo, pareciéndome la cosa más tonta que hay en este oficio. Todavía las otras, vale, pero la inicial, es que no termino de entenderlo, tanto menos cuanto que nos vemos cada día todos y ya sabemos por dónde va la cosa. Pero no perdonan una. Ánimo y paciencia.
7 comentarios:
Las evaluaciones son la pérdida de tiempo más grande de la historia de la educación, un protocolo que nadie se atreve a abolir, está ahí y así perdura. Horas y horas...
Vaya, ¿ya no estás en paro? ¡Qué manera de quejarse!...
Pues sí, hijico, sí, un porsaco inicial. Yo, lo mismo, pareciéndome la cosa más tonta que hay en este oficio. Todavía las otras, vale, pero la inicial, es que no termino de entenderlo, tanto menos cuanto que nos vemos cada día todos y ya sabemos por dónde va la cosa. Pero no perdonan una. Ánimo y paciencia.
Anda, anda, no os quejéis que más curra el butanero... Claro que él no tiene que opositar cada dos años hasta que se saca la plaza. Un abrazo.
Marchal, cuídate la voz, que de tanto cantar a Eddie Vedder...
Ponles un tipo test y punto. Es lo que hace mi profesor, ese que huele a porro ya me entendeis.
Cédeme la plaza y yo lo haré gustosamente.
Salud.
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