Hace 1 hora
viernes, 30 de noviembre de 2018
jueves, 29 de noviembre de 2018
lunes, 26 de noviembre de 2018
sábado, 24 de noviembre de 2018
viernes, 23 de noviembre de 2018
miércoles, 21 de noviembre de 2018
The Kominsky Method
Llego a The Kominsky Method por recomendación de Rosa Belmonte. Otra vez. ¿Hay alguien más racial que un negro? ¿Por qué beben los viejos? ¿Por qué tenemos las mejores conversaciones en los bares? Las conversaciones de los viejos y su vale, vale, vale. ¿De verdad existen adultos que nunca han ido a un funeral? ¿A quién no le da miedo morir de viejo? ¿Tsunamis de pavor? Los viejos siempre tienen razón. Siempre. No se puede engañar a la muerte. ¿Los narcisos son bonitos? Morir en tu casa, morir en una ambulancia, morir en un hospital. Morir. Mear en morse dice uno de los personajes. Los ataúdes y sus daños colaterales. El problema de las últimas voluntades y sus jodiendas con vistas a las cenizas. Pero la operación chascarrillo no siempre sale bien. Una cosa es ser actor y otra hacer gracietas (no siempre sin gracia). Se cumple el axioma: el Infierno está lleno de buenas intenciones.
lunes, 19 de noviembre de 2018
La penúltima de Lebron
Hay veces que no quedan epítetos. O sí. Vaya usted a saber. El reto de Lebron en los Lakers es inclasificable. El penúltimo. Veremos si llegan a postemporada. 51 puntos en su vuelta a Miami.
Narcos: Mexico. Primera temporada.
Cambia la perspectiva, el origen, pero la esencia es la misma. Y sigue teniendo, como en Narcos, un problema de sonido. La mitad de veces no se escucha bien, y no se les entiende al hablar. O seré yo. Narcos: Mexico no deja títere con cabeza. Reflexiona sobre la ambición, sobre querer más aunque no tengas en que gastarlo. Y al final, te aburres de tanto dinero. Espero verme en la tesitura algún veintitantos de diciembre. Todos quieren más, pero hay muchos filtros. Corrupción, PRI, mirar para otro lado. Los tipos que más tenían eran los que estaban más solos. No había cómo aguantarlos. Y a los que los perseguían, igual. Y todo en el año de nuestra plata: 1984. El año del mayor alijo de la historia. Y ante tanta bomba mediática, y con Nancy haciendo propaganda, se aceleró el asunto. Los mismos tipos que hicieron las campañas de publicidad en Yanquilandia eran los mismos madmen que iban de coca hasta arriba. Y todo supervisado por El Padrino, Miguel Ángel Félix Gallardo. En las previas del Mundial de fútbol, carteles incluidos, El Padrino se encargó del suministro de nieve a los gringos por tierra, mar y aire. Mucho Sauza, blanco y del otro, mucho teléfono dorado. Mucho de todo para esconder esa soledad. ¿Cuánto es suficiente? ¿Para qué trabajamos durante horas y días y años? ¿Todo para qué? Mucha foto rota, mucho cuento de Blancanieve, mucho detalle para escupir en el mar. 4 años les costó. Pero lo consiguieron. Y luego era darle hilo a la cometa. Vómito y ensoñación, querer y no poder, hierba sobre hierba. Todo tiene un precio. Y cambió, y Reagan lo aprovechó. Y todo lo demás, también.
Coda: Y si tiene que sonar el Sufre mamón de Hombres G, que suene.
domingo, 18 de noviembre de 2018
jueves, 15 de noviembre de 2018
Cegado por la luz. Primera temporada.
No solo esa entrada, no solo la posibilidad de viajar, no solo la música clásica, no solo las drogas, no solo las llamadas telefónicas, no solo la mafia. Cegado por la luz se abre a lo grande. Marcando territorio. Marcando noria en mitad de un bosque de hoja caduca. Los recuerdos, los mocos tendidos, la sangre enquistada, la paranoia hecha pesadilla. Todos hemos pagado alguna vez en alfombras. Ni más ni menos. En alfombras. La obsesión por los coches. Las gangas. El ruido de las vías del tren. La pureza. Hacer la compra por Navidad. Camisetas de Rivaldo del FCB. Gorrros que no esconden lo que eres, lo que serás. Intentar escapar pero negarte a ello. Iglesias que se te caen encima. Té asqueroso que escupir. Himnos en un Varsovia llena de Papá Noel. La Varsovia católica de toda la vida convertida en chiste de perversión y lujuria. ¿Argentina no existe? ¿El Mundial del 78? No podemos huir de nosotros aunque queramos. Imposible. Cegado por la luz es una bajada a los infiernos, a todos los infiernos posibles: el familiar (ausencia), el personal (sacar los más bajos instintos), el oficial (una policía y una fiscalía dispuestos a todo). Y no deja títere con cabeza. El protagonista es un Carlito, nunca mejor dicho, atrapado por su pasado. Y por un presente hijoputa. Siempre cuesta mucho bajarse del éxito en la cresta de la hola. Mucho. Pero hay que saber hacerlo. Y no todo el mundo lo sabe hacer. Intentar escapar es imposible (casi siempre). Y luego está el protagonista de Cegado por la luz.
miércoles, 14 de noviembre de 2018
martes, 13 de noviembre de 2018
lunes, 12 de noviembre de 2018
Viernes 26 de marzo de 1999 (Gracias de todos modos)
"Y que, frente a las razas y a sus excrecencias ideológicas, el fascismo y el comunismo, sóo nos queda la práctica del máximo posible de las libertades democráticas, siendo una no pequeña el uso de la fuerza contra el terror disfrazado de androjos ideológicos".
José Perona, Gracias de todos modos
jueves, 8 de noviembre de 2018
Mayans M.C. Primera temporada
El jacksontellerismo me lleva a la primera temporada de Mayans M.C. Esa forma de vivir que vimos en Sons of Anarchy vuelve, con prótesis y pastillas, con muros y hampa, con alcaldesas corruptas y agentes con pasado, con cárcel y carnicerías, con raptos de niños y monjas asesinados, con incomprendidos y con tipos que tienen un pasado muy brumoso. Todo tiene una explicación cuando se busca. El pasado, hecho luz fluorescente, también. Luchas fraternales, bailes para gentes malas, versículos de San Juan incompletos. La familia por encima de todo en estos asuntos de los Mayans M.C. Búsqueda del Plan B ante la imposibilidad del Plan A. Nada como saltar al vacío, nada como una hija que aparece de la nada, nada como una manta de dolor y venganza. Todos tenemos un pasado, todos tenemos hechos que nos cambiaron para mal. Siempre. Y esa manera de terminar los capítulos, dando motivos para pensar en lo que nos ocurre y en la causa de lo que nos ocurre. Muerte, pasado, cárteles, olvidados, desheredados, parias. Y, como pasaba en la previa, el espíritu de Sigmund PutiFreud siempre pasando, siempre hay una madre muerta y una madre por matar, siempre un dolor de muelas y una paliza que lo desencadena todo. Túneles, fronteras, motos, polis que juegan a varias barajas. Cenizas y mierdas varias. Siempre hay un familiar al que matar y enterrar, siempre un padre al que hacer llorar, siempre un jefe al que fallar, siempre un coche al que perseguir, siempre un hijo de la anarquía al que perseguir. El pasado, monterogleciado, siempre hay que olvidarlo o magnificarlo. Pero en uno de estos clubs, difícil olvidar ni perdonar. Y todo lo demás, también.
miércoles, 7 de noviembre de 2018
martes, 6 de noviembre de 2018
House of Cards. Sexta temporada.
Vuelve House of Cards. Vuelve cambiando trece por ocho, cambiando presidente por presidenta, cambiando el marco pero con el mismo cuadro. Testículos por ovarios, pero siguen siendo los mismos mentirosos Underwood, las mismas mentiras, el mismo grifo abierto en mitad del desierto que nunca acaba. Si House of Cards es una gran mentira, la mentira tiene un precio. Todo tiene un precio. Siempre. Panfletos institucionalizados. Pero los panfletos hay que saber venderlos. Y nada como House of Cards para vender. Vender, y vender, y volver a vender. Y una sombra de duda, una sombra de muerte. ¿Victoria? ¿Derrota? Ya lo decían en Juegos de Guerra: "La única manera de ganar es no jugar". Culpabilidades mutuas. ¿Viudas con desolación? ¿Viudas esperando el día con que iniciar la viudedad? ¿Verdad? ¿Existe? ¿Ingenuidad si queremos encontrar la verdad? ¿En qué nos convertimos para utilizar las mentiras? Y poner en juego el verbo creer. Creer, creer, creer. ¿Somos personas? ¿Qué papel desempeñamos para los demás? ¿Por qué nos empeñamos en ser inalcanzables a toda costa? Pájaros y escapes, trabajos y psiquiátricos. Y no orines en ninguna tumba, no vaya a ser que te entierren en ella. Indultos como los de toda la vida. Todo el mundo se mete en cebollas, incluso los menos pensados. Y la empresa privada jodiendo la marrana. Promesas que hay que cumplir, con y sin el muerto. Y empieza este último asalto con una lucha de ovarios (mal)intencionados. Acrónimos que no llevan a ningún sitio. 241 años de mentiras. ¿Cómo éramos con seis años? Vaya usted a saber. ¿Qué hacen los políticos por nosotros? Abortos y nombres, personas reconocibles, mujeres que ya vimos en El Ala Oeste de la Casa Blanca. O tal vez, no. Todos contra todos. Y Siria. Ni más ni menos. Siria. Ya no hay rusos ni chupitos. La América corporativa. Bazofia de pajarito hecha prensa en 140 caracteres. Voces que inundan la nada. Y el Salmo 42 siempre presente, siempre aullidos y gritos. Siempre hay un bloguero en un bar, por eso hay que lucir(se). Fuentes primarias, fuentes secundarias, fuentes anónimas. Sombras y más sombras. Y la enfermedad y el adiós, las despedidas y las ventanas abiertas, mundos concebidos en primera persona compartida. Nadie está con nadie. Únicamente con el ombligo. Pensar con claridad es peligrosos. ¿Seguro que está lo que leemos y luego está la verdad? ¿Los hijos de puta avariciosos lo saben todo? ¿Seguro? ¿Pensamos suficiente en la mortalidad? Pálpitos, acuerdos, mierda sobre mierda. ¿La autoridad gringa imperial puede evitar la III Guerra Mundial? ¿Por qué no nos atrevemos una botella de 1945? Incompetencias que no esconden dolor y mentiras. ¿Por que hay personas que son incapaces de mentir? ¿La muerte suele venir de tres en tres? Decía el hombre de la camisa verde que después de una buena noticia siempre viene una mala. O muy mala. La paz, siempre la paz. ¿Está sobrevalorada? ¿Los muertos siguen en nuestra memoria? ¿Hay todavía rusos después de los Romanoffs con complejo de Napoleón? ¿La ambigüedad es un lenguaje materno? ¿La CIA es un terrorista cultural? Viva Rusia, como dice Robin Food, como se gritaba en el norte de España ante las fuerzas de autoridad franquista. ¿La verdad? ¿El cuarto poder? ¿Vender mentiras por la supervivencia de cierta prensa? ¿Locura es hacer la misma farsa siempre y esperar un resultado distinto? Y reir de faroles ajenos, de gobiernos feministas (ríete, estornudo Sánchez), de análisis genéticos y de hijastros e hijos de puta con los días contados. Y el fax en la era de Internet como vehículo alternativo de transmisión de información. ¿La profundidad está sobrevalorada? Va a ser que no. Y si te conozco, te haré daño. O tengo más posibilidad de hacerte daño. Mucho daño. No solo hay dos casos de dolor. Hay muchos más. ¿Fama o notoriedad? ¿Conspiración? ¿Collares de perros? ¿Apuestas? ¿El azúcar es gasolina para los tumores? ¿Cuándo será la continuación del 9 de agosto de 1945? En diez años... ¿todos distraídos? Violines para todos. Teléfono rojo. Posiciones encontradas. Diarios y llamadas perdidas. Lo dicho, como decían en JFK, "la traición no prospera, porque si prospera nadie se atravería a llamarlo traición".
lunes, 5 de noviembre de 2018
domingo, 4 de noviembre de 2018
Il Miracolo. Primera temporada.
Pensar. Disculpar(se). Elecciones. Plebiscitos. Encuestas. Sangre. Niñas muertas. Cornejas muertas. Moscas. Manos que cogen moscas. Milagros. Sangre. Cabinas de esquiadores y turistas que caen en la nieve. Mujeres. Cuernos. Si. No. Salir de Europa. Proteccionismo.
Made in Italy. ¿Mamíferos?¿Ratones? ¿Deflines? ¿Fe? ¿Estamos listos par ala crisis? Sangre, lágrimas, vírgenes de plástico, glucemia. Beberé veneno hasta inmunizarme. Me acuerdo siempre de Eddie Vedder y Dennis Rodman y de los curas que se van de putas. Curas sin vocación. Oraciones sin respuesta. Hijos y mujeres que no responden a las expectativas. La primera temporada de Il Miracolo no deja títere con cabeza. Curas y yonkis, presidentes y esposas cornudas, vómitos sobre el alzacuellos, colonias baratas sobre camisas con lamparones. Mierda sobre mierda. Y mafia. Mafia. Niñas muertas que provocan las muertes de padres. Italiaexit. Plan B. Curiosidades y casualidades. Muertes como penitencia. Palabras grabadas. Viajes en avión que nunca se harán. Da mucho juego y mucho pensamiento esta primera temporada de Il Miracolo y el que mejor lo resume es Lorenzo Mejino.
sábado, 3 de noviembre de 2018
jueves, 1 de noviembre de 2018
Los 50 puntos de Derrick Rose (31/102018)
Contaba el hombre de la camisa (y mira que lleva años muertos, casi tantos como las rodillas de Rose) que en toda agonía hay momentos de lucidez, de días de hablar antes de que se acabe todo. También decía, creo que él también, que muchas veces eran espejismo. Vimos a Rose en NY, poco lo vimos en Cleveland y ahora en estos Bulls/Wolves de TT. A todos a los que se les ha hecho el chicle agua en las redes sociales viendo el partidazo contra Utah hay que decirles que pisen el freno. Un poquito. Todos recordamos shows de tipos que luego nunca se recuperaron. ¿Las lágrimas al final del partido? No sé. ¿Show? Rose sigue vendiendo productos deportivos con su nombre como si no hubiera mañana. Pero esto es así. Dioses, ciudades del viento con unos mercados amplísimos y la venta como objeto del ocio terciarizado. En la retina tengo todavía lo que hizo Brandon Roy con los Blazers para empatar, estando cojo, la eliminatoria de postemporada contra los Mavs a 2 en Portland (unos Mavs que luego se llevaron el título en 2011). Hubo palabras de todo tipo, pero aquello desapareció como azucarillo en el café. Cuidado con los epítetos, cuidado con los adjetivos calificativos y no confundirlos con los especificativos. Tiempo al tiempo. Aquel Roy acabó retirándose de mala manera en los Wolves, ese mismo equipo en el que Butler no quiso jugar ayer. Curioso, que no casual, que las casualidades no existen.
Coda: Y todo esto en la noche de los muertos vivientes. Viva Carolina Durante.
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