sábado, 31 de marzo de 2018

Stella Blomkvist. Primera temporada.

Después de todo, siempre hay que tener alguien que nos recomienda. No hace falta saber demasiado, hay que tener críticos que recomienden. Y eso, precisamente eso, tenemos con Lorenzo Mejino. La (pen)última recomendación, Stella Blomkvist en Calle 13. Esta vez, Islandia. Recursos al poder. Uñas de colores. Loca abogada que investiga a las últimas instancias. Y acompañada de todo tipo de locos y locas, tanto o más que ella. Stella (sin del Carmen), con una musiquita de fondo que se te mete en la cabeza hasta el final. Frenazos en seco, coches naranjas, aficionadas a los gatos, bares y chinos, primeros ministros hipsters (o como se diga). Y no. No todo el mundo está invitado. Y no todos los zapatos son iguales, ni los tejados de las casas, ni las fachas del mismo color. Dinero llama dinero. Banderas, coches de alquiler, caprichos, gratitud. Y decir a un tipo que te se va a comprar dientes nuevos y una silla de ruedas. Tal que así. Y a algunos nos sigue gustando el cordero lechal, con menos de 30 días pero con buenas glándulas. Todo es mentira en Islandia. O casi todo. Hasta los chinos son de mentira, incluso cuando te cortan un dedo. Ministros, corrupción, policías y todo lo demás, también.

Recordando a Antón García Abril

Nada como un Viernes Santo noche para ver NBA. Nada como que El Profesor y don Guillermo empiecen a recordar grandes bandas sonoras, y a don Antón García Abril y a Carmelo Bernaola. Casi nada.

Reflexionando sobre el concepto de Patria

Y no. No nos referimos al libro del autor de La Gran Marivián. No. Otro día hablaremos de esa Patria.

viernes, 30 de marzo de 2018

Acaban de acabar con él

La paz, los pies, la botella de aceite y los papeles en el suelo

Imaginad que estamos en un iglesia cualquiera un Jueves Santo cualquier; imaginad que se siente bien cerquita vuestro un figura endemoniado, sin calcetines en sus zapatos viejos, con un buen olor a vino y con el palillo en la boca; imaginad que el sacerdote de turno, puestos a inventar, decide saltar(se) la tradición del lavatorio e instaurar una doble paz en el rito; imaginad que el endemoniado os da la mano dos veces después de estar tocándose los pies en mitad de la misa; dejad de imaginar y visualizarlo. Real. Fue real. Y todo lo demás, también.

jueves, 29 de marzo de 2018

martes, 27 de marzo de 2018

HMCEE (1)

En estas estamos, estudiando un rato Historia del Mundo Contemporáneo en España y te encuentras con estas canciones que ilustran un poco el asunto.

¿Volver?

Seguimos dando vueltas. Muchas vueltas. Demasiadas. Reuniones estériles, reuniones que no llevan a nada. Y luego, el olvido. Manifestar(se). Que se vea. La vuelta.

Mi cruz, nuestra cruz, vuestra cruz.

¿Nos puede guiar el peso de una cruz? ¿Nos puede guiar el peso de unos clavos? ¿Nos puede guiar una historia de 2000 años? ¿Nos puede guiar Barcelona? ¿Nos puede guiar Alfonso I el Batallador y su testamento?

lunes, 26 de marzo de 2018

No hay vacaciones

Ya lo cantaba Sergio Algora y sus secuaces de Muy Poca Gente. Nos han suplantado. Una y otra vez, nos suplantan. ¿Somos más brillantes? ¿Seguro?

Recordando el horror

No es abril, pero casi es abril. Toca recordar el horror. El de todos los días. Y también hay nazis con lazo. Más de los que creemos.

Seguimos cansados...y Kiev en el horizonte

Einheit Spanischer Freiwilliger

¿Cómo? ¿En qué momento? ¿Hasta cuándo? ¿El modo aleatorio nos lleva a canciones desconcertantes?

Los nazis no perdieron la Segunda Guerra Mundial...

domingo, 25 de marzo de 2018

Ciudadanos

Ya tenemos el nuevo Seguidores. ¿Nos gusta más Ciudadanos o Seguidores? Vaya himno. Ya tenemos la Semana Santa.

Ni Tiagos ni guipuzcoanos

Es lo que tiene ir fijándose en las baldosillas de Antonete Gálvez por si, con la lluvia de salta barrillo a los ojos raybanizados. Y luego, victoria.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Edha. Primera temporada.

De sopetón, en dos minutos de la primera temporada de Edha te presentan a varios personajes con esa voz femenina seseante. Edha instruye sobre familia, sobre negocios, sobre mentiras, sobre el pasado, sobre suicidios, sobre padres ausentes, sobre doctores que esconden secretos, sobre fiscales y jueces con pretensiones, sobre judíos desconocidos, sobre abogados y jodiendas a destiempo, sobre barrios obreros, sobre talleres clandestinos, sobre gentuza con ganas de ascender, sobre locazas y gente que siempre está de vuelta. Amistades traicionadas, ascenso sobre ascenso, higueras que no crecen después de los incendios, uñas negras, y de nuevo el gran apagón. Y como dicen, si pasas de los quince, tienes suerte. Mucha suerte. Coda: ¿Dónde hemos puesto el rasero de las series? ¿A qué nivel? ¿A qué altura está el asunto? ¿Hemos perdido definitivamente el valor real de la crítica? ¿Nos hemos convertido en limones?

Himno para descanso entre el estudio

Ordovás

Gran entrevista en JD a Jesús Ordovás, contando (sus) verdades y sus opiniones de lo humano y lo divino no (musicalmente hablando).

martes, 20 de marzo de 2018

domingo, 18 de marzo de 2018

Marseille. Segunda temporada.

Siguen las malas palabras para Marseille pero a mi me sigue gustando en esta segunda temporada. Mafias, fútbol, políticos reconocibles, familias rotas, hijos sin madre y padres que tienen que responder a hijos, madres que nunca lo serán, pianos en estaciones, huidas hacia adelante. Y siempre con temas de actualidad como la violencia en torno al fútbol, los partidos protofascistas que llegan al poder, la corrupción de toda latitud. Siempre hay que tomarlo en perspectiva, pero con distancia. Marseille no lo edulcora, no le da barniz, no juega a engañar. Es lo que tiene Marseille. Amante complicada dice GD al final refiriéndose a ella.

jueves, 15 de marzo de 2018

Paparajotes y subfusiles

En el extinto reino valcacirl, ahora desgobernado por ninis y uvas pasas, cualquier asunto es posible. Niños, fusiles, vías y pasarelas. Todo a la vez. Todo una agonía que antecede al 00.

miércoles, 14 de marzo de 2018

martes, 13 de marzo de 2018

lunes, 12 de marzo de 2018

domingo, 11 de marzo de 2018

I love Dick. Primera temporada.

Desde el principio te llama mucho la atención la primera temporada de I love Dick. De golpe. Imagen, texto, carta, apartamento, oeste, caballo, menú degustación, 10 años sin leer un libro, post-ideólogo, golpe en la cara, cambios. ¿Se puede discutir la perfección? ¿Por qué lo que a nosotros nos parece una obra maestra a otros les parece absurdo, fútil e imprescindible? ¿Diálogo socrático? ¿Gatos de un solo ojo? ¿Qué será los siguiente? ¿Casas en las que vivió una mujer nazi? ¿Qué fue de la chófer de Hitler? ¿Merece la pena llorar por una obsesión? ¿Maya Dren? ¿Alguien la conoce? ¿Alguien duda de tito Steven o de Francis Ford? ¿Una mujer puede creer(se) artista? ¿Se pueden tender cartas sin motivo aparente en un dormitorio? Sí. Todo se compara con algo más grande. Siempre. Proyectos llaves colgadas, juzgar sin saber, obsesiones peligrosas, chaquetas preciosas, ser dolorosamente una preciosidad. ¿Se puede silenciar a quien no quiere ser silenciado? ¿Qué fue de lo que escribimos a otras personas hace 20 años? ¿Se ha perdido todo lo que nos ilusionó en los 90's? Pero luego todo lo que idoltramos durante años se nos va al traste y pasamos a otra estación y creemos que es todo mentira cuando sabíamos desde los 7 años que todo era mentira. Por que es todo mentira. Siempre. Siempre. Reflexiona I love Dick en su primera temporada en el arte post-todo que solo entienden los internos del Román Alberca. Y los del Luis Valenciano. Paranoia inclasificable de los locos artistas vanguardistas en mitad del desierto. Mucha arena en los ojos. Y demasiado arte epistolar. Y todo lo demás, también.

sábado, 10 de marzo de 2018

miércoles, 7 de marzo de 2018

Entre gaviotas y falanges de manos derechas

No había visto el video hasta que hace un rato me ha mandado el enlace el señor Ángel Calvo Botella... HIMNO!!!!

martes, 6 de marzo de 2018

Philip K. Dick's Electric Dreams. Primera temporada.

Hay que pensar y olvidar en la primera temporada de Philip K. Dick's Electric Dreams. Pensar, olvidar, mundos independientes en cada capítulo, blackmirrozarse durante un tiempo. ¿Nos merecemos a las personas que hacen algo por nosotros? Pensar con claridad duele. Y cuesta. ¿Cada cuánto necesitamos vacaciones? ¿Tenemos eslóganes para todos? ¿Nuestra corteza prefontal es mierda? Lo soso. Perder el sabor. Perder el tiempo. Vacaciones. Tu vida. Otra mirada. Otra perspectiva. Volver a escupir en lago ajeno. ¿Es real el día a día?¿Es real el chiste ambulante en el que vivimos? ¿Es real madrugar? ¿Es real este chiste ambulante? ¿Qué es la realidad virtual? ¿Pan c? ¿Plan H? ¿Plan en mayúsculas o en minúsculas? ¿Qué es lo que creemos merecer? ¿Dónde está el límite? ¿En quién confiamos realmente? ¿Nos creemos nuestras mentiras? ¿Somos más de True Blood o de A Dos Metros Bao tierra? ¿Discutimos con fantasías? ¿Queremos volver a casa a las seis de la mañana o tenemos una vida perfecta? ¿Por qué no tenemos dolor de huevos las 24 horas del día? ¿Somos prototipos de una mentira? ¿Somos simulaciones de un error? ¿Pulsar botones? ¿Por qué elegir otra vida? ¿Por qué ser feliz? ¿Ser feliz es pecado? ¿Debemos ser castigados aunque nuestros pecados no existan? ¿Soñamos o vivmos en primera persona del singular? ¿Es la postguerra nuestro futuro? ¿Somos ruinas o Siria? ¿Es Autofac lo que nos espera? ¿Vamos bien con esta muerte leonesa sin Rumanía que nos espera? ¿Hay un portal dron para nosotros? ¿Somos errores o soluciones para problemas futuros? ¿Por qué es tan importante el pasado cuándo vivimos en el futuro? ¿Por qué el BOE en papel? Preguntas, preguntas y más preguntas. Hay que salir de las fábricas inteligente porque no somos tan listos. No. Siempre podemos solicitar algo que no necesitamos. ¿Qué oportunidad necesitamos para sobrevivir? ¿Podemos pensar o somos simple trozos de roca? ¿Rolling Stones? ¿Quién dice perplejo en el futuro? Lo que puede pasar mal, lo que puede salir fatal. Y luego, perplejo. Perplejidad. Fiebre y ascos, pero Las Vegas está muy lejos. Contaminación, fábricas de zumo quemadas, drones parlantes, razonamientos e interfaxs. ¿Es lícito matar en defensa propia? ¿Dónde el límite? ¿Dónde el dolor? ¿Donde ese plan sin consonante ni vocal que nos aguarde ante la humedad de nuestras paredes? ¿Tosemos? ¿Agua contaminada? ¿El fin? ¿Confundir F12 con F5? ¿Debemos deshacer lo que hemos construido? ¿Debemos matar a nuestros oponentes? ¿Por qué nunca funciona el puto calentador de agua? ¿Qué hemos hecho para llegar a esta locura de existencia? ¿Somos más de raíces o gaviotas? ¿Por qué no hablar de los demás? ¿Qué somos para los demás? ¿No sabemos lo que queremos ser? ¿Por qué las responsabilidades nos cuestan tanto? ¿Nos gusta la locura? ¿Qué hemos hecho para merecer este infierno? ¿De qué nos sirve subestimarnos? ¿La recopilación de libros sirve de algo? ¿Qué escribimos sin motivo? ¿Podemos desconectarnos sin motivo? ¿Es real algo de lo que vivimos? ¿Límite entre realidad y ficción? ¿Lo que es real para mí es real para tí? ¿Somos realmente humanos o únicamente envidia? Todos los diamantes son mejorables, todas las visitas inesperadas. Y recordar, por un momento, el último párrafo de Rebelión en la granja. Todo es revolución, todo una visión inhóspita, todo un fruto una autosuficiencia inesperada. ¿Pensando en pensar? ¿Nada dura para siempre? ¿Con qué soñamos? Y planetas imposibles, y padres imposibles y geles de oído imposibles. Teorías de la conspiración, teorías de lagos increíbles, teorías de madres culpables de todo, teorías de Geraldine Chaplin rejuvenecida. Y más sueños, estaciones perdidas, pueblos perdidas, sobredosis que te llevan a lugares de bizcocho y chocolate. Y pasar de lo intangible a lo tangible, de lo virtual a la cosa de toda la vida hasta que la soga te hace un 5/18. Y todo lo demás.

Educando al mundo maleducado

Ya no suele escuchar(se) un himno de tales dimensiones y tales significados. Pero era otra época. Y eran los Kinks. Y otro día hablaremos de su visita a la tierra franquista y su huida rápida. Y todo lo demás, también.

lunes, 5 de marzo de 2018

Asumiendo

¿Está bien usado el verbo asumir en esta canción? ¿(Mal)interpretamos nuestros himnos solo para nuestro beneficio?

¿Cuándo?

domingo, 4 de marzo de 2018

El robo, los fallos de tres, los nervios en ambos bandos

El partido de ayer entre UCAM y FCB dio para muchas líneas. Tensión desde el principio, tiros triples de las esquinas fallados por Rojas, nervios, desconfianza de Pesic en Heurtel, la madurez de Rivas, la sorprendente fiabilidad de Claver y nervios. Muchos nervios. No he visto a Alejandro Gómez tan nervioso (y con razón) con los árbitros. Hubo fases absolutamente bochornosas. Con eso no quiero decir que UCAM hubiese ganado (otro día hablaremos de la gestión de los recursos en el banquillo de Ibon Navarro). Demasiado en muy poco tiempo. Y los nervios de Nacho Rodríguez, que aguantó poco en las alturas y desde la primera mitad estuvo a pie de pista. El baloncesto, la vida y todo lo demás, también.

Las oportunidades perdidas

En esas que está uno de madrugada, entre folios y citas de Julián Casanova y recordando Casa Viejas y te llegan al correo enlaces de partidos olvidados, o casi olvidados. Y empiezas a recordar jugadas y palabras de P.B. en la segunda cadena y todo lo demás.

sábado, 3 de marzo de 2018

Mañana me largo de aquí

Empieza Mañana me largo de aquí de Santini Rose con Vivo en el 86. Y para empezar, bofetón en la cara recordando a Raúl Bravo. No a Raúl del aguanís, no al que debutó con Valdano en Zaragoza, no el de las Champions del 98, del 00 y del 02. No. Del otro. Del lateral, el que se fue a Grecia. De Raúl Bravo, bautizado por algunos como el nuevo Roberto Carlos. Ni hablar. Cuando en las guardias empiezo a hablar de fútbol y funciona el ordenador de turno e internet y vemos videos de aquel Real de Zidanes y Pavones, de Queiroz y las lágrimas de Rubén, y Borja, y aquella historia que nos vendieron con los galácticos. Vaya historias me acaba de hacer recordar Santini Rose. Por cierto, sin sin ver Los Odiosos Ocho. Y me hace recordar no solo a aquellas plantillas y los cambios de entrenador por Santos Inocentes (una banestada, ni más ni menos), y a Branderlei Luxemburgo, a López Caro, a García Remón... Vaya tela. Digo que me hace recordar la primera pieza, Vivo en el 86, el tiempo pasado en el que ibamos al cine y hacíamos experimentos con botellas y frigoríficos casi vacíos. Y sí. Siempre se encuentra algún litro entre tantas telarañas dentro del Balay de turno. Ahora no; los LG son unos frigos bestiales, y vienen sin telarañas. Pero ese es otro berenjenal del que hablaremos otro día. ¿Es nuestro plan A el que siempre se lleva a cabo o uno alternativo se convierte siempre en infinito? ¿De verdad que los mocitos felices multan a erasmus borrachas de las que salen en las canciones de Fran Fernández? Va a ser que si. Casi siempre. Y si, como casi siempre alguien, antes o después, hace referencias a berenjenas, o pies que se convierten en berenjenas, o piernas color berenjenas como al gordo de la bici que saludo todas las mañanas en la Glorieta de España y que baja a cagar al parking que contiene restos de la muralla mursiyística. A lo que iba, que suben los impuestos. Y no: no puedes fiarte de un peronista que vende carne donde no hay carne. A todo argentino le toca su Videla, antes o después. Y sí, a mi también me pasa en el Huerto de San Blas: los de la manguera te mojan, y no levantan la cabeza, y te cagas en sus muertos más frescos y les da igual o no te oyen o no sé. No sé. Y no. No he acabado rodeado de gente como McNulty. He acabado rodeado de gente mucho peor que McNulty. Desgraciados, con y sin despacho, hay muchísimos. Más que piedras. ¿Somos más de Daltrey que de Townshend? La segunda pieza de este puzzle se llama Es porque no son mis amigos y empieza con referencias a una Rieju. No. A unas Vespino, no. A la Derby de 49, tampoco. Ya no hay ángeles ni nietos (o tal vez, sí). Tampoco demonios. Solo infierno. "Como si de pronto fueras Cassano". Casi nada. No hay comparación igual a esa. Como Cassano, ese ser de aspecto altamente sospechoso al que el ombligo le podía pegar en la napia mientras intentaba correr de blanco. Y Raúl aguantó a todos estos. Y los retiró a casi todos. Y si: en esta segunda pieza aparece la referencia a Queiroz. No es casualidad. Las casualidades no existen. La primera vuelta de Queiroz fue buena, pero de eso no nos acordamos. O no queremos acordarnos, que no es lo mismo. Tampoco de aquella final de Copa del Rey (sin pitos, que todavía no estaba Echenique por tierras de Alfonso I el Batallador reconquistando Zaragoza). Siempre hay un 1118 y siempre hay alguien diciendo que Queiroz era muy malo y que debió quedar(se) de segundo del United con Ferguson. Siempre la misma cantinela, siempre escondiéndote en el quiosquio del tío para robarle mierdas varias. Y yo que pensaba que los de Fuente Librilla hace unos años iban al instituto de Alhama y no al de Mula... Siempre errando, siempre gerundirizando el error. Hermanos que no van a ningún sitio... según los padres. ¿Y para qué queremos ir a otro sitio? ¿Qué tiene de malo hacer una vida propia? Y no me acuerdo de ninguna canción de Pavement. ¿Murcia es un agujero negro? ¿El Segura es mierda pura? ¿Por qué nos rebajamos ante las 3 sectas peligrosas? Nombre de la tercera pieza (no sé si es de esquina, lateral o central), Esto es raro. Como cualquiera de mis días ante tanta peste y tanta mierda. Todo es raro. Una Sandra y dejar(te) tirado en mitad de ningún sitio en la capital del reino valcarcel. ¿Volverá a ser Sean Connery presidente de la CARM? Si vuelve, que mejore los autobuses y los trenes a Cartagena, que ya está bien de sufrir. ¿Range Life era de Pavement? Mejor no pensar a estas alturas del horario de autobuses. Crespillos. ¿Por qué no se habla de los crespillos fuera de Cartagena? Puentes nuevos, puentes viejos, bandas llamadas Nuevo Régimen. ¿Para qué otro nuevo régimen si podemos seguir estudiando a Artola y al Antiguo Régimen? Y sí, ahora más de uno habla del Cartagena de Monteagudo y su posibilidad de ascenso, pero algunos todavía recordamos al de Aranguren (aquellos dos últimos partidos de liguilla necesitando un solo punto) o el de JIM al que Samper le abrió la puerta de Nueva Condomina para que los del puerto ocuparon nuestros asientos de abonados. Volver a casa no es una decepción, es otro paso más. El conductor de la ruta que tarda 35 minutos entre Murcia y Murciapuerto tiene pinta de Ian Curtis pero no suena Atmosphere en esos buses que enchufan los estudiantes para cargar sus celulares y que apesta a todo lo apestable desde las siete de la mañana en adelante. Esos autobuses nacieron oliendo mal. Tampoco suena el Desorden de Los Planetas. Y siempre es difícil elegir en el supermercado los macarrones, los tallarines y cualquier producto de pasta que acabe en ese. Tanto o más, por cierto, que las cervezas con infinidad de consonantes, como bien recordaba siempre Alfredo Díaz. Y Boyero, como a casi todos, nos gustaba más cuando estaba en El Mundo. Arrebatos tenemos todos, incluso el de enamorarte de una erasmus más o menos ebria, más o menos con nombre rara, más o menos prima de los hermanos De Boer. Y no todos en Murciapuerto creen que hay futuro más allá de Marrajos y Californios. No. Difícil elección. No digo más de las últimas 5 páginas de esta tercera pieza, porque son una ilustración de los que nos pasó, de lo que nos está pasando y de lo que nos pasará. Todo es mentira pero hay 150 líneas que son verdad. O casi verdad. Leed, pijo. Bueno, abro un (mini)paréntesis. Roberto Martínez hizo muy bien vendiendo en ese preciso momento a Fellaini al ManU, y por ese precio, que al nivel que estaban Barkley, Mirallas y compañía el Everton hizo un temporadón bestial (no sé si Paul Preston pensará lo mismo). La siguiente pieza empieza hablando de trabajos y ocupaciones y se llama poca cosa. Y omite que los entrenadores son como los profesores y los médicos: un mal necesario. Y, en muchas ocasiones, equívocos inenarrables. Más de uno (antes de Alsina) habla de la experiencia mística de ir al FNAC gabacho novocondominero (sólo he ido una vez) y de subir en el tranvía de Plaza Circular (solo subí el día del Bando de La Huerta de 2010). Vaya experiencias. De dodot para arriba. Tampoco sé si es buena idea hablar de Don Draper y de H.S.T. en un relato, pero el intento es decente, de no engañar, no es pacojemezismo. Y únicamente he escuchado a los Housemartins en un bar de Murcia, solo en uno y varias veces y gracias a la lista de Pachi en El Sur. Y si aparece Kiko Amat y Cosas que hacen BUM sabes que el asunto no puede acabar bien. Y el chándal samperista y sus secuaces de faro roto y solo falta que Astrud te diga que te he están soltando de lo lindo. Una paliza de las de toda la vida. Aunque ahora que todos critican a Amat por escribir sobre esos ladrillazos que nos obligaron a leer, hay que volver a reivindicarlo por su fluidez y sus cuitas cotidianas, y recordar Rompepistas y todo lo demás. El puzzle llega a su ecuador (¿o era trópico?) con la pieza titulada 324. ¿Quién guarda litros vacíos de ambrosía de Espinardo? ¿Con qué motivo? Si Os Resentidos cantaban a la Galicia Caníbal, Santini Rose hace un viaje por la capital del exsultanato de Sean Connery, y por su ruta pasa por La Merced, pasa por Santo Domingo, pasa por Obispo Frutos, pasa por Victorio, pasa por Doctor Fleming (pero se olvida de ir Mirando al suelo y Antonete Gálvez), y recorre en su ardiente oscuridad de fuego Repúblika (Trocadero de toda la vida) y Revólver y REM, e Ítaca y el Zalaca antes de ser Circus y también incluso González Adalid y las gaviotas sufren el fuego como si no hubiera mañana. Y el fuego bíblico se extiene a los barrios y plazas y pensar que los sueños se hagan realidad. Si Ciudadanos es el partido más votado en unas elecciones en Cataluña, cualquier asunto es posible. Cualquier. Cualquiera puede ser MLK y darle al botón del sueño. 324 es desesperación y recordar cuando las cervezas eran innumerables, cuando las copas se multiplicaban por distintos números primos distintos de uno, cuando todo era de otro color diferente al rosa y al negro. Pero vuelves y todo es la misma mierda, la misma glasnot en los mismos bares tan inepta como casi siempre. No conozco pistolas ni revólveres ni armas cortas ni largas. Solo una vez entré a la segunda de esa lista y fueron 10 segundos de un olor inaguantable. ¿Reptilia por delante del Last Nite? No lo sé, difícil elección. Y una habitación del antiguo hospital, hoy con paredes barnizadas con la gran mentira, junto al Club de Tenis. La 324. Mentira sobre mentira, y quien esté libre de mentira, que calle ahora o vuelva a la crisis de los 40. Hablar de extremos canteranos, hablar de la lesión con la sub21 de Álvaro Benito en la primera etapa capelliana en la capital, hablar de Paco Llorente Gento y del nuevo Llorente aunque no sea extremo y lo Vitoria fuese una excepción prezidanística. Y falta resolver una duda prehospitalaria, hospitalaria y posthospitaliaria: ¿son peores los domingos por la tarde o los lunes por la tarde de invierno? Bajando a territorios australes de Mañana me largo de aquí (se) llega a la siguiente pieza puzzelística, titulada Es lo de menos. No sé si alguien se peina ya como lo hacía Figo o Don Draper. No lo sé. Cerrando el puzzle llega Algo movidico, una escena semicotidiana de Navidad y gintonics. ¿Mentiras más gordas que Sierra Espuña? ¿Desde cuando? Y no. Nuestra vida no es la de American Beauty. La siguiente pieza se titula No hay más que hablar y trata de ínfulas de escritores, de semanas eternas, de aguanís y referencias a profesores y bares de la capital del reino de Fernini. La penúltima pieza tiene el nombre de ¡Oh, Alice!, habla de futuros inciertos, de conversaciones fraternales, de bares y amor a primera vista. La última pieza de Mañana me largo de aquí es No te preocupes, Craig Dermody y tiene una letra mayor y unas pretensiones de acabar con énfasis. Ya lo dice el viejo manual del DJ: Hay que empezar fuerte y terminar de manera reinante. Escribe Santini Rose en este último relato sobre frustación e ideas yermas, asuntos que se quedan en la autovía del bancal y que no llevan a ningún sitio. Y no es Vieja Condomina, es la Condomina. La de toda la vida. Amistad, frases reconocibles, cerveza y pizza. El sueño de todo heterosexual antes de la derrota de lo cotidiano. Huir o quedar(te) definitivamente en Murcia. Escapar de una vida de sueños inacabados y cerveza que sigue teniendo muchas consonantes. Y dar(te) cuenta, otra vez, que ya no quedan rebeldes como tú, que todo el mundo habla de hipotecas y escucha Onda Cero y que no tienes amigos como los de antes, únicamente tipos con los que pasas ratos. Y todo lo demás, también. Coda: Una de las pegas que le pongo al libro es el orden de las historias. O, como diría el hombre de la camisa verde, el (des)orden de todos los días. Debe ser difícil la elección, pero el (des)orden de los relatos si altera el producto, aunque leídos espaciados en el tiempo. ¿Qué sería de Una semana en el motor de un autobús si no empezara con Segundo premio y terminara con La copa de Europa? Coda 2: La lectura de Mañana me largo de aquí fue completada con Jerry García y sus secuaces de fondo. Coda 3: ¿A alguien no le satisface la fiabilidad de Modric?

jueves, 1 de marzo de 2018

Aurora Square

En la zona noble capitalina, allá donde el ladrillo rojo es naranja, está prohibido el balón y el botelleo o cualquier cosa que empiece por la segunda letra del alfabeto. Putos diccionarios. ¿Qué será lo siguiente?