viernes, 31 de julio de 2015

Diario de un interino en paro (LXXXVII)

Hoy toca no hacer(se) mala sangre. Mientras Míster PAS se va de vacaciones pagadas por los súbditos del antiguo reino valcarcil, como media España, los demás a mirar desde la barrera. ¿Balance del año? Mejor morder(se) la lengua. La cruzada antiinterina se ha cobrado víctimas: decenas de profesores con años y décadas de experiencia no van a volver a trabajar este curso 2015-2016 gracias a Mr. PAS. Hay que decirlo así. No podemos engañarnos. Ya colocados los amigos y los niños de papá, ya colocados los secuaces y adláteres y los orgullos de mamá, hay que seguir mirando hacia otro lado. Y como en la conclusión braudeliana de "El Mediterráneo en época de Felipe II", sólo queda preguntar: "Se comprende que, visto la escala de estos problemas, el papel de los individuos se reduzca. Es un problema de perspectiva. Pero, nuestra perspectiva, ¿es buena?". Lo dicho, todo es mentira.

jueves, 30 de julio de 2015

Diario de un interino en paro (LXXXVI)

Viva la HBO. Y los ministros del interior que hablan de Santas con MAYÚSCULAS. Mientras el marido de la profe de la agente de viajes y profesora a la vez ejerce la incompetencia, nos jodemos. También con MAYÚSCULAS. Nos jodemos. Todo es mentira. Casi siempre. Pero llega el día treinta y uno y hay que mirar hacia otro lado. Olvidar, dicen. Tenéis que olvidar. Olvidar a los adláteres del sinvergüenza. Olvidar, dicen. Olvidar las jodiendas diarias. Los insultos. El deterioro. La muerte. Que se vayan a la mierda. Todos.

Diario de un interino en paro (LXXXV)

La mentira generalizada. La matriz incalculable. Problemas de optimización de los recursos, que dicen los cursis. Los guays. Los esnobs. Los que mean agua bendita. Los que ven a Ana Blanco sin inmutarse mientras el movimiento de cuchillo y tenedor es tenaz. Gestualidad escrotal hasta la saciedad, pijo. Menuda banda nos dirige. Dirge, que nos cantaron los Death in Vegas. Y todo lo demás. La vuelta al corral. El gallinero político. Y los funcionarios que se quejan en un país con seis millones de desempleados. Con un par.

miércoles, 29 de julio de 2015

Diario de un interino en paro (LXXXIV)

¿Podemos sobrevivir sin bolsas de basura? ¿Y sin políticos? ¿Y sin tipos que se lanzan al agua de su yate después de negar(se) a declarar? A dos meses del 27-S, solo sale mierda: mierda nacionalista y mierda nacional. Y todos quieren su MIR Docente (directamente, INDECENTE). En estas manos estamos, y, mientras, preocupados por los tuits de gordos con coche oficial del que renegaban hace meses. Y con dimisiones para ser senador. O senadora. O tonto del michirón. Pero no pasa nada. Nadie se preocupa por nuestra deuda pública. Lo interesante es un busto de un borbón, una pitada al himno nacional, una jodienda con vistas a la bahía. Ahí seguimos, en mitad de la pocilga. Y todo lo demás.

martes, 28 de julio de 2015

Banshee. Tercera temporada

Venganza y ambición en la tercera temporada de Banshee. Otra vez. Lo que ocurre es el proceso de Truebloodización que ha llevado a cabo desde su despacho el gran Allan Ball no deja títere con cabeza (y los cuellos son fáciles de romper). A la estela de otras grandes series, y Banshee lo es por que se lo ha ganado gota a gota de sangre, se lo ha ganado tras peleas y robos, tras hackeos y sarmientos ardiendo, deja cadáveres por el camino. Y cadáveres muy importantes, personajes que parecían imprescindibles. Indios, negratas de Filadelfia, sudamericanos con pretensiones sobre las espadas, madres muertas, cuidadoras con muchos ángulos, ayudantes del jefe con esvásticas y todo lo demás. Qué grande es Banshee. Viva el combate continuo, que hay que evitar el aburrimiento. Hay personas que la juzgan de simplista: pues viva la simplicidad. Dos grandes capítulos como son el quinto y el décimo ponen el listón por encima del resto, pero el nivel es impresionante. Muy alto.

lunes, 27 de julio de 2015

1992. Primera temporada

Vaya primera temporada que se han montado los amigos italianos con 1992. Aunque no llega a los niveles de Roma Criminal, tiene sus momentos, incluso diría yo que por encima de Gomorra (aunque Don Pietro es mucho don Pietro). Ambiciones y expectativas. Mafia y fiscalía. Familias decadentes. PSI, DC y Liga Norte. Guerras sin posible victoria. Drogas sin límite. El Sida en las transfusiones. La puta que presenta el Qué Apostamos. Las estrategias políticas. Las mierdas de las industrias. Y la publicidad y el invento de Viva Italia y la creación del fenómeno Berlusconi. El espectro de Zeeman. La avaricia del juego. Los millones de liras como si fueran escupitajos en mitad del Tirreno. El enchufismo. La paga vitalicia por la legislatura cumplida en el Parlamento. Los miedos por el asesinato. El tercer aborto. Las bondades de la Iglesia. El pasado comunista que sale a la palestra. Las hijas que aparecen y te cambian la vida. Las niñas que no son tan niñas. Las jodiendas que si son jodiendas. Los favores y las guerras pasadas. Y don Silvio, y las telenovelas, y el fenómeno de los yuppies trajeados de los 90. Todo es extrapolable en el sur de Europa. Y 1992 deja frases, verdades como templos milanistas de holandeses de rastas: "Inmunidad parlamentaria, el último signo de civilización". Y lapidarias: "No confío demasiado en la gente que no bebe". Y, para los que vamos a la Iglesia, otra de las buenas: "No te fíes nunca de los que se golpean el pecho en misa". Menudo cambio trajo don Silvio, vaya un pijo. Coda: ¿Y quién no desearía ser el ministro de la alegría de vivir.

Les Revenants. Primera temporada

Como son en Gabacholandia. Se les mete algo en la perorata, le dan hilo a la cometa y agua a la presa, y te montan un sindiós como el de la primera temporada de Les Revenants. Menuda imaginación hay que ponerle a estos muertos que vuelven, cada una con su pintoresca historia en las que hay demasiadas sorpresas: demasiadas sábanas en las que colgar, demasiada fraternidad malentendida, demasiado bar para lugar tan pequeño, demasiada mano tendida para tanto cabrón. Todo ese pasado franchute se enciende en una coctelera de bajas pasiones, de puñaladas en túneles, de catwoman atormentada, de padres desoladas, de gemelas enfrentadas, de días de bodas que no se cumplen, de muertes en mitad de un armario bajo la luz de un goblo de muchos contintentes. Coda: Y Mogwai dándole a la tecla para la banda sonora.

domingo, 26 de julio de 2015

Murder in the First. Primera temporada

El infierno está lleno de buenas intenciones. Siempre. Desde el ricachón dos punto cero, pasando por el drogata vende medicamentos, o por el padre perdido, o por el abuelo con cáncer, o por la asistenta fallecida, o por el piloto sinvergonzón o los compañeros de trabajo envidiosos. Todo está podrido en San Francisco, y para intentar aclarar las muertes aparecen Taye Diggs y la gran Kathleen Robertson de Boss en esta primera temporada de Murder in the First. Juicios, muertes y, nunca mejor dicho, jodiendas con vistas a la bahía y al puente y a todo lo demás. Y Richard Schiff con coleta para terminar de completar un cuadro en el que en cada capítulo te sorprendes un poco más. Coda: Y vivan las sábanas.

sábado, 25 de julio de 2015

Dirge del día

Ante la fuga, ante el escape, ante la huída, solo nos queda la música. La buena música. Los putos himnos, sin configuraciones raras ni jodiendas del alcalde en su despacho de profesor.

Una lista nada peculiar

Que me dice el panadero que no. Que se ha cansado. Que está demasiado cansado para levantar(se) mañana. Muy cansado. Y es normal ¿Sobre quién recae la responsabilidad fiscal en España? ¿Por qué ha bajado la deuda privada en 400.000 millones y la deuda pública sigue creciendo? ¿Por qué pagamaos 8.260 millones al mes en pensiones? ¿Por qué tenemos 9,3 millones de pensiones heredadas del sistema Godwing? Insostenible, no. Lo siguiente. Y todo lo demás.

Sobre la derecha del margen

Se trata de volver a reiniciar un equipo que ya huele a viejo. Destiñe las ideas. Jodiendas con vistas al bancal. Pero no hay que quejar(se). Hay que (re)incidir, volver a sacar el saco y meter miedo al personal (que no a la gente, que ese concepto no existe. El bancal y sus vistas, y los viejos contando historias de la guerra (los que no se han muerto) y de la República, y el viva uno, viva dos y viva tres, y todas esas mierdas que nos recuerdan los mayores. Uno, dos y tres. Vaya tela, Sanjurjo. Y todo lo demás.

viernes, 24 de julio de 2015

Los adláteres del sinvergüenza

O, resumiendo, del nuevo alcalde. Del nuevo concejal que pastorea junto al nuevo alcalde. La chusma que da, bajo acuerdo de junta de gobierno, veintitantos millones de pesetas del ayuntamiento ballestero al equipo salchichero. No con mis impuestos, no con el robo y atraco de mis contribuciones. Un alcalde en minoría, un concejal que ya no es entrenador de baloncesto, no deberían jugar así con mi dinero. No con mi dinero. Hasta los mismísimos del despilfarro municipal y sardinero. Bochornoso. Lo mejor va a ser hacerse el loco, porque será la única manera de acabar el verano sin acabar demente. Y todo lo demás. Coda: el nuevo alcalde y sus secuaces vuelven a reir(se) en nuestra cara sin bajar del autobús.

jueves, 23 de julio de 2015

Algo por descubrir

Rozando lo escandaloso y sangrante, exvicepresidentes del gobierno, exalcaldes y exmangantes en general, vuelven a cobrar de la universidad después de las últimas elecciones. ¿Qué culpa tienen las universidades? ¿Por qué esta manada vuelve al sueldo universitario tomando al personal por imbécil? Siempre salimos perdiendo. Siempre. Principio peteriano, de nuevo. Del robo a la universidad, y tiro porque me toca.

María Magdalena

Ayer se celebraba, de nuevo, en el julio esquimal, el día de María Magdalena, otra (in)justamente olvidada, otra que es llevada a julio, donde los sermones son cortos por ser tiempo de melones. Aunque con la revolución de los transportes siempre es tiempo de melones. Y sin revolución, también. Es de justicia que sea trasladada su festividad. ¿Virtudes? Todas. La derrota no es bien vista por parte de ciertos sacamantecas, por parte de ciertos iluminados con ganas de cargar(se) a Brown. Ahora todos adoran el naranja, las cárceles, los agujeros negros y las cervezas artesanas. Las putas cervezas artesanas. A nuestro pesar, la nueva casta inunda la mediocridad y vive gracias a nuestro IRPF. Los muy cabrones. Y, mientras, María Magdalena, olvidada. Pero ahora, con la vuelta de religión a la nota de expediente, todos seremos expertos en transfiguraciones místicas, en el Mar Muerto, en Pentescostés y en el yugo de Falange si hace falta. Lo que haga falta para llenar el cofre nuevo surgido de las elecciones libres y la manutención del concejo. Y todo lo demás.

miércoles, 22 de julio de 2015

Quiero contarte

De tres en tres, suenan mejor la canciones que hablan de puertas estrechas o anchas, que hablan de niveles imposibles de mantener...

Alpargatas, ni en verano

Hoy toca recuperar canciones carlistas, hoy toca escuchar con atención himnos que retratan a muchos, hoy toca empezar con esas coplillas.

martes, 21 de julio de 2015

Canción de regalo

Los julios de oposiciones siempre nos acordamos de Sergio Algora en mitad del calor de Murcia. Y todo lo demás.

Nuevos gobiernos y ley de de Godwin

La amenaza. No sé si fantasma. Pero amenaza a fin de cuentas. Sumando y cuentas. Esto, lo otro, lo de más allá. Ley de Godwin e interpretaciones liberales. ¿13 de diciembre? ¿20 de diciembre?

lunes, 20 de julio de 2015

Más de veinte años...

...de los himnos imperecederos de Oasis. Una y otra vez. ¿Por qué duelen tanto las buenas canciones?

Gaizka Mendieta a la guitarra

FIB 2015. Un buen día de Los Planetas con Gaizka Mendieta a la guitarra.

jueves, 16 de julio de 2015

La basca del día

Sí. La basca, esa palabra de la que no te enteras, pero hay momentos en tu vida en la que la sientes, ahí, en tus entrañas, cuando los sesenta segundos parecen sesenta minutos, cuando las horas parecen días y las noches de dolor estaciones interminables estaciones. La jodida basca. Con o sin bandera. La del retortijón perdido en mitad del segundo veinte del minuto quince que comienza con todo. El crujir y el rechinar de dientes, que nos recuerda el sacerdote en el sermón. Menos mal que, en tiempo de melones, cortos los sermones. Y todo lo demás. Coda: Y en mitad de la basca, como cantan Los Planetas, ves las renuncias: "...de día y de noche, una pena impertinente, reina en mí día de y noche, porque nada me divierte...". Y Caifás, y su patio, y todo lo demás.

P'tit Quinquin. Primera temporada

Todo es paranoia, todo es surrealismo, todo es louisfunismo en P'tit Quinquin. Demasiado louisfunismo. Alarde de imaginación, alarde de buscar en lo rebuscado de la mierda, porque en P'tit Quinquin hay mucha mierda. De vaca y humana. La serie saca lo pero y lo más malo de cada uno: el ritualismo eclesial de los entierros, los modales en los restaurantes y, sobre todo, la carga de los defectos humanos. Todo está podrido en el ambiente de un pueblo francés desde el que, algunos días, se ve la costa británica. Todos están relacionados con todos, aunque no se hablen. Y todo ello, genéticamente hablando, degenera en plan dinastía francesa. O española. O austriaca. Y te sale un Carlos II, o te sale un freak de proporciones memorables andando sin motivo aparente entre dos búnkeres en los que encontraron flotando una vaca muerto con el cadáver de una persona en su interior. Y más vacas. Y más muertes. Y recuerdos de Rubens. Y todo lo demás. De traca.

No nos quiere

miércoles, 15 de julio de 2015

Galveston

Me termino Galveston mientras solo leo malas críticas de los capítulos que se han visto de la segunda temporada de True Detective. Nada como los nuevos gurús de las series. Los más ácidos críticos de Nic Pizzolatto son los que en el 2014 eran sus más acérrimos seguidores. Vamos, que a todo el mundo le llega su caída del muro de Berlín, y su 1989, y se le caen los palos del sombrajo de su adorado comunismo. O de lo que queda de él. Con Galveston se pasa de un inicio esperanzador, con énfasis, como marca el canon de la buena novela a páginas y páginas de estancia playera en la que hay una larga espera. Si se diera un salto temporal en la vida de un político, vemos que mucho de lo que hay por el centro de su trayectoria, sobra. Algo así le ocurre a esta novela. Buenos diálogos, frases memorables y lapidarias pero que no te terminan de enganchar. Si adoramos la primera temporada de True Detective fue porque visualizamos a unos colgados que llevan adelante una investigación rara de cojones. Y lo hacen bien. En Galveston la historia tampoco es de azúcar: muerte, asesinatos, huídas, arena, cárcel, redención,adopción, monjas, cáncer y todo lo que puedas meter en la coctelera del día, esa coctelera en la que, en la mente de Pizzolatto, la Lone Star está por encima de todo. Y el infierno sigue estando lleno de buenas intenciones. Y todo lo demás.

martes, 14 de julio de 2015

Braquo. Tercera temporada

Nada es lo que parece. Tampoco en la tercera temporada de Braquo. Nada. Ni por asomo. Una temporada de venganzas: de niñas que ya son mujeres y de amigos del tinte que lo dejaron por el gran Manolo Montalvo. Y la coctelera de venganzas aumenta con lo peorcito de la mafia armenia, rusa y turca. Con lo bien que le hubiera quedado un tuit al concejal madrileño de turno sobre Braquo y no meter(se) en berenjales (y tampoco en coche oficial, ya que nos ponemos). Pero Braquo es mentira y engaño, es Caplan y Caplan pero, con la novedad, de los saltos temporales. Todo tiene un motivo incluso en los más cabrones policía. Incluso esos policías, a veces, tienen su corazoncito. Y las cárceles rusas. Y violaciones que no son violaciones. Y charlas en los hospitales sobre el arte y Louis de Funès. Si. Incluso en la cafetería de un jodido hospital se puede hablar de Louis de Funès. Y lo que no es ni lo parece. Y personajes que salen y desaparecen. Y rusas con herencias mal dadas. Y todo lo demás.

La humillación del opositor

No solo desde el punto de vista económico, que en eso estamos todos de acuerdo en la imposición de un impuesto revolucionario. El invento de Sánchez y Buendía, presidente y alcalde meses después, la rebaremación injusta de las listas, la humillación del opositor. Aquí dejo más opiniones.

Sobre cuadros y ministros

Escribe Miguel Sánchez-Ostiz en su blog unas líneas sobre la decisión del nuevo ministro del ramo educativo, cultural y deportivo del reino español y su decisión de quitar de su despacho un cuadro de Unamuno. En estas manos estamos, señores.

lunes, 13 de julio de 2015

domingo, 12 de julio de 2015

Arenas y un sábado de julio

Muy grande Jabois. Muy pero que muy grande.

El brillo de los políticos

El brillo que no tiene. Cansinos. Acaban las elecciones y todo son momentos olvidados. ¿Creer en ellos? Fortín de mierda y mentiras, defensas imposibles, jodiendas con vistas a SAN ESTEBAN. Todo es mentira en la acción política. Cortinas sucias y raíles oxidados. El amarillo deja de ser obligatorio. La mala suerte. Siempre.

jueves, 9 de julio de 2015

A falta de tequila, música

Tengo pendiente, cual alumno ejemplar de la ESO, distintas materias. Distintos ejemplos como The Knick. Pero mientras tanto, habrá que conformar(se) con su música. Y todo lo demás.

miércoles, 8 de julio de 2015

Otro día encerrado en el refugio

Algún himno y poco más. Aire a 21º y sueños infinitos. Nada de nieve, evitando la dependencia. Y todo lo demás.

martes, 7 de julio de 2015

Antes de ver a Don Silvio...

...suena este puto himno en 1992. Nada igual a recordar cómo llegaba Silvio con sus secuaces, en helicóptero a las presentaciones de sus jugadores del Milan...

Ong al cuadrado

Penny Dreadful. Segunda temporada

Creemos que la victoria es una salvación, y no lo es. Estamos equivocados. La victoria no es definitiva. Es un sueño. Un principio equivocado. Puedes pensar muchas cosas, pero es una victoria efímera. La segunda temporada de de Penny Dreadful es la de las ocasiones perdidas: demasiada evocación para un final demasiado abierto. Muertes necesarias, siempre. Te despides y no sabes dónde mirar. Y sólo queda un crucifijo en la pared. Y no valen los árboles talados. Ni las casas olvidadas. Ni los bailes de salón. Ni las pesadillas. Ni los escorpiones. Solo queda un crucifijo que, antes o después, arderá en una chimenea. Y esa victoria, como todas, era mentira. Y punto.

lunes, 6 de julio de 2015

Longitud de onda 585nm

40 grados a la sombra y con miedo, otra vez, a salir a la calle. Mañana serán 42. En lo más duro del inicio del duro verano suenan Los Pilotos debajo del aparato de aire acondicionado. Menos oscuros y más fáciles de escuchar, menos agonía y una lucecita de esperanza aunque sea en vano. Y todo lo demás.

Esperando la respuesta de la nueva Consejera de Educación de la CARM

En esas estamos. Esperando. No queremos promesas: queremos soluciones. Ya no estamos en época electoral, estamos en verano postelectoral, y antes de marchar al dorado veraneo, la nueva Consejera de Educación de la CARM del gobierno de PAS debe dar una solución a la cuestión de Marina. Para ayer, señora Consejera.

Turn. Primera temporada

Hablando de guerras, y no de Grecia por un momento, hoy toca hablar de Turn y de la Guerra de la Independencia de las 13 colonias británicas entre 1775-1883. Toca hablar de espías. Toca hablar de guerracivilismo, aunque no tengamos a jueces que ayuden a las familias a desenterrar de las cunetas a sus muertos. Hoy toca hablar, en el infierno de nuestro nuevo presidente, en el infierno PAS, del guerracivilismo que enfrentó a padres y hermanos, a seguidores de la metrópoli británica y a seguidores de GW. Son jodidas las guerras civiles. Al final siempre salimos perdiendo. No hay familia que se salve, ni iglesia, ni campo, ni cultivo, ni negocio. Todo se va a la mierda. Pero no es solo guerracivilismo: es conducta social, es matrimonio concertado, es error en las decisiones tomadas, es cornamenta consentida, es esclavitud y muerte, es lectura de Gálatas y Jueces, es mierda subvencionada y precio de libra de cerdo. Todo es mentira en la guerra, menos la muerte. Y como decía Volpini hablando de los Stones, "el diablo es un agente doble al servicio de la Providencia". Y todo lo demás.

domingo, 5 de julio de 2015

Braquo. Segunda temporada

Otra vez del cero al infinito. Esta segunda temporada de Braquo reinicia el caos donde lo dejó: en mitad de un jodido bosque. Pero lo bueno que tiene Braquo es que hay un (saludable) adelgazamiento de la base física de personajes: antes o después, sabemos que en todo episodio alguien la va a palmar, sea más o menos importante, sea secundario de lujo o accesorio prescindible, sea poli malo o bueno, sea político cabrón o industrial bastardo, sea mafioso armenio o turco. La muerte llega en bares, en billares, en cafés, en hospitales, en carreteras, en oficinas. Braquo, crece, se reinventa, pone caras malas a las que ya eran feas. Braquo muestra las jodiendas neocoloniales de Francia, el poder de la industria del armamento, las falsedades políticas, las jodiendas con vistas a la TE y lo que haga falta. Mala sangre, pero, de vez en cuando, hay camino a la redención. Todos, o casi todos, podemos volver a la escena paulina de Damasco. Ese camino puede cambiar según la hora. Vemos al Théo irascible pero rendido a la barriguita de turno; vemos a Roxane enfadada con el mundo e incluso con unos tacones; seguimos viendo a Walter con su difícil existencia; de Caplan, del gran Caplan, todo es posible. Mejora respecto a los últimos episodios de la primera temporada. Y todo lo demás.

Clan(es)

No. No me refiero al canal infantil/juvenil/senil de la tele pública que es nuestra ruina, nuestra vergüenza y cualquier cosa que se te pase por la cabeza. Y toca escuchar a otros clanes.

Canal Beagle

El fútbol nos sirve para desconectar y no recordar tribunales de oposición y jodiendas con vistas a la bahía (vivan los Warriors). El enésimo fallo del Pipa, las lágrimas de Mascherano, la locura de Medel, la pena máxima de Alexis e, incluso, para las reivindicaciones sobre el canal Beagle. Para todo vale el fútbol.

viernes, 3 de julio de 2015

Especial 180 grados: The Sunday Drivers

Llevaba como una hora limpiando en la residencia catastral, y son las 11, y no hay sintonía de 180 grados en Radio 3. Habla Jero Romero, un 17 de julio de 2010 despidiéndose del público en el FIB. El fin de The Sunday Drivers para comenzar un especial muy especial. A mí siempre me viene compararlos con Ocean Colour Scene. Ni Wilco ni jodiendas con vistas a la bahía. Vaya acierto de Virginia Díaz iluminar este infernal viernes con música celestial. Y, a mitad del especial, Chema Rey hablando de la revolución de los colores y la temporalidad. En esos años de destierro de todo que pasaron desde que acabé la carrera hasta que empecé a trabajar, esos cinco años y varios días, el Bulevar fue un refugio. Esa faceta contagiosa que alentaba a media mañana, esos sonidos purificadores, esa métrica imperial, ese encanto mañanero con el que iluminar el resto de los grises día. Quizás fue un espejismo más o menos cínico, pero los Sunday, los primeros Sidonie, Carrots y Deluxe, y alguno más, trajeron otras viñetas sonoras a nuestros oídos. En mitad de mi desesperación existencial, tanto o más que la actual, esos prodigios sonoros aminoraban la puta ansiedad, acababan durante ratos con la frustración negra y alacuervista. No sé si es exagerado hablar del poder de la magia de las canciones, pero hay gloria en canciones de tres minutos. Y todo lo demás.

Murcia siglo XXI

La situación de Marina nos muestra lo poco que importan los ciudadanos a nuestros políticos. Poco. Nada. Pasan las elecciones, y todo se olvida. O casi todo. Y punto.

jueves, 2 de julio de 2015

El Escarmiento

El 25 de marzo de este maldito 2015 recogí de manos de Alfonso Martínez en Expo-Libro la segunda edición de El Escarmiento de Miguel Sánchez-Ostiz. Ya me he referido a él por este Gintonicdream gracias a obras como Las pirañas o la gran En Bayona, bajo los porches. En El Escarmiento, el autor de La Caja China nos lleva a la Pamplona del año 1936, pero también nos lleva a muchos otros lugares y fechas. Y en El Escarmiento vemos como mata y asesina durante la Guerra Civil Española. Este curso 2014-2015 he tenido el privilegio de trabajar, y, encima, poder explicar a mis dos grupos de segundo de Bachillerato algunos asuntos de la GCE. Siempre nos quedamos con las fechas y los lugares: nos quedamos con los enfrentamientos de la casa de Campo y de la Ciudad Universitaria en torno a Madrid; nos quedamos con la batalla del Jarama en Febrero del 37; nos quedamos con el marzo del 37 en Guadalajara y el Brunete de julio de ese mismo año. Mis alumnos dicen que hablo desde la distancia y que no simpatizo con nadie. Me reiteran y dicen que no creo en nada, que soy un pesimista y que esos individuos que desprecio en mis comentarios fueron los que nos llevaron a los combates de Belchite, a la generadora de muerte que fue la batalla de Teruel, a la conquista de Lérida por las tropas de los alzados en abril del 38 y a otra generadora de horror como fue entre el 25 de julio y el 16 de noviembre de 1938 la batalla del Ebro. Y, desde perspectiva militar, los profesores, mientras estamos contratados (no como hoy), hablamos mucho de la campaña de Cataluña y del Frente del Centro hasta el último parte de guerra del 1 de abril del 39. Pero muchas veces nos olvidamos, aquí desde el sureste español, de la guerra en el Norte: nos olvidamos del modo en que el general Mola conquista la frontera con Francia en 1936, citamos (aunque no lo suficiente el bombardeo de Guernica del 26 de abril de 1937), olvidamos la muerte de Mola y su sustitución por el general Dávila, nos olvidamos de la toma de Bilbao, y de la de Santander en el verano del 37 y de la de Gijón en otoño de ese mismo maldito 37. En El Escarmiento, Sánchez-Ostiz nos cuenta el día a día de una ciudad a la que atemorizó el general Mola. Cuando leemos los manuales de Historia de España del siglo XX no se pone especial énfasis en Mola, ni en Sanjurjo, ni en Yagüe, ni en otros asesinos que llevaron al país al desastre (tampoco de muchos políticos mezquinos que desde sus poltronas nos metieron en jardines innecesarios en la II República). Y me gusta, aunque duela leerlo (y mucho), como nos cuenta ese día a día Sánchez-Ostiz en Pamplona durante esos primeros meses de la GCE. Y el modo en que falangistas y carlistas, cada uno a su manera, hicieron y deshicieron, utilizaron y fueron utilizados, durante esos meses. Y desde el principio, el autor nos muestra como se borraron las huellas de esta infamia y de este maldito escarmiento con saña. Con mucha saña. ¿Podemos olvidar? ¿Podemos dejar desamparados a los familiares de los fallecidos y humillados durante la Guerra y la postguerra y el franquismo y la maldita transición? En un párrafo, el autor pregunta: "¿Qué pensarías si a tu madre le hubiesen hecho esto?". Yo no descansaría, por supuesto, hasta encontrarla, hubiese sido un falangista o un izquierdista. Y cómo se metió a Dios y a la Iglesia, y buena parte de la Iglesia se dejó meter en este puto jardín. Y cómo fueron perseguidos y asesinados los curas simplemente por sus ideas nacionalistas. Mi abuelo Juan estuvo en la guerra y volvió; el primer marido de mi abuela Fuensanta fue y no volvió; el marido de mi tía abuela Carmen fue, volvió y fue asesinado en la cárcel del hoy chiringuito de PAS. Todos, de cierta manera, tuvimos familia en el frente. Y todos sufrieron la postguerra y el hambre. Y la puta infamia. Y no podemos olvidar. No podemos olvidar las violaciones y asesinatos, y los hurtos y saqueos. Eso no se puede olvidar. Y las cunetas. Habla Sánchez-Ostiz de la dificultad, de las pegas e impedimentos de la búsqueda de restos. Habla de los homenajes que se le sigue haciendo a Mola en una cripta una vez al mes. Y habla de los colaboradores de Mola, de los de 1936 y 1937 como Raimundo García García, y del modo en que los políticos se han pasado por el forro de sus caprichos la Ley de Memoria Histórica. Y de la prepotencia del uniforme. Y el día a día. Una cosa es que no hubiera frente en la retaguardia y otra cosa es que no hubiera asesinatos. No. Y muchas veces pasamos eso por alto cuándo explicamos a alumnos de 17 años, y ponemos fotografías fuera de contexto. Es difícil entender pero no podemos olvidar. O como dice el autor, el hecho de no llevar boina roja o camisa azul te hacía sospechoso (de lo que fuera). Y las envidias y todo lo demás. Y es didáctico, aunque duele recordar, hechos que no aparecen en los libros de texto, ni en los manuales como la matanza de Valcadera o los sucesos de Badajoz, que no aparecen en esos libros. Y aunque duela mucho, no podemos olvidar, ni debemos mirar para otro lado. Nos quedamos con Franco en la retina, pero no fue solo Franco. Hubo muchos como Yagüe. Demasiados. Me dejo muchos destalles de una larga lista, pero hay que leer El Escarmiento. Porque como dice Sánchez-Ostiz, la historia no ha acabado. Sigue existiendo censura, siguen calles con nombres de asesinos, siguen mirando a otro lado, siguen saliendo los descendientes de Caín, los canallas sanguinarios del 20-N y de todos los días. Y recordando a los Manic Street Preachers, no podemos tolerarlo porque si lo hacemos los siguientes serán nuestros jóvenes. Y punto.

miércoles, 1 de julio de 2015

Versión del día: La copa de Europa

La versión planetaria de hoy la pone Amatria. Nada más y nada menos que La copa de Europa. Casi nada al aparato.

Nurse Jackie. Séptima temporada

Nurse Jackie fue, ha sido y será otro de esos ejemplos de yonkis que tratan las drogas como algo cotidiano. Como algo normal. Respirar, comer, mear, cagar, beber, drogar(se). Diferencias. Demasiadas con el resto. Siempre ha tenido la farmacia cerca, siempre al farmacéutico encima o debajo. ¿Quién sufre esa carga? La familia, los amigos, los compañeros, las jodiendas con vistas a las pastillas de siempre. En esta séptima temporada de Nurse Jackie hay cambios de cromos, van personajes, vuelven personajes, y nosotros disfrutamos con peleas de abogados, con dioses hechos hermanos de Enochs, con saltos al vacío y huídas a Boston, con O'Haras pequeños y medianías de confirmación. Demasiados pecados en la vida de Jackie, de Zoey y de la jefa de un All Saints que se va a la mierda. Porque antes o después, todo se va a la mierda. Y punto. Coda: Antes o después, Noruega llega a nuestras vidas. Siempre.