Hace 1 hora
viernes, 31 de enero de 2014
The Politician's Husband
No estamos hablando del marido de la peluquera. Este marido, como buen político, es un mentiroso cabronazo que no para de dar disgustos. The Politician's Husband, género fresco del nuevo drama político en televisión, nos muestra la ausencia de escrúpulos y la diferencia en la escala de valores según género. Es jodido reconocerlo pero es así. Cabrones y crápulas políticos hay muchos; recordamos al mejor Boss, y lo mejor de las Alas Oestes, y recientemente al Spacey más cabrón en la versión gringa de House of Cards. Lo que pasa es que aquí Emily Watson es insuperable, mucho más creíble que un David Tennant demasiado gestual (¿te dejaste todo el talento en Broadchurch?). Pero es lo que hay, es lo que tienen las joyitas a las que de vez en cuando les encontramos imperfecciones. Aunque últimamente lo digo menos, hemos de reconocer que si todo es mentira en la vida, en política lo es mucho más. Golpes de ánimos tras bombas para hacer a un imbécil y su chusma presidentes; un expresidente que permite a su mujer hacer el ridículo en las riendas de la capital del reino; ministros evocando brazos incorruptos y otros colocando a sus hermanos en despachos oficiales. La realidad siempre supera a la ficción, pero la chusma y la "casta" política no tienen parangón. Palanganas, estercoleros intelectuales, personal que no se ha terminado un puto libro en su vida (viva Suárez) y un interminable catálogos de malnacidos. Por esto, solamente por esto, estos (mal)nacidos no debieron ver la luz nunca. Un día le dije a un alumno en clase que "por tipos como tú España necesita un ley del aborto que contemple todos los supuestos". Desafortunadamente para mí, él no lo entiendo; en el grupo, los 4 que siempre se enteraban. No está mal, 4 de casi cuarenta. Es más difícil encontrar a 4 políticos en España entre 40 con los que mantener una conversación fluída sobre más de un tema. Bueno, siempre hay algún figura inigualable en el PP, pero estos casos, en un curioso fenómeno de ósmosis política, se han reproducido lamentablemente en todos los partidos en las tres últimas décadas. Principio de Peter y todo lo demás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Bicho malo nunca muere.
En política muchos bichos malos. Demasiados. Aunque luego dice Cospe que "fuera hace mucho frío".
Publicar un comentario