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martes, 6 de febrero de 2018
Okkupert. Segunda temporada.
Grandes momentos los que deja la segunda temporada de Okkupert. Demasiados paralelismos con la historia presente, la del día a día, la de Cataluña y el presidente en su huída, la de separatistas y libertadores de pistolas. Los rusos siguen a lo suyo en Noruega. El petróleo, la UE como marioneta, los presos y sus familias, el cambio de cromos, el uso de los militares en los conflictos. Nada es casual en Okkupert. Nada. ¿Existe hoy todavía? Gobiernos débiles, injerencias, colateralidad ucraniana y polaca. El exilio es siempre un infierno muy personal, pero hay que saber llevarlo. Hay que controlar el asunto antes de que se nos vaya de las manos. Escenarios múltiples para un marrón de proporciones isabelinas. La diplomacia es muy compleja. Ya lo dice don Manuel Alcántara una y mil veces. No es fácil ser un buen diplomático: Si dice sí, quiere decir quizás; si dice quizás, quiere decir que no; si dice no, es que no es un buen diplomático. Pero todo es mentira.
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2 comentarios:
Todo no puede ser mentira, una parte sí.
Una gran serie
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