jueves, 19 de junio de 2008

Paliza.


Después de que Jesús, otra vez, estafe al camarero ucraniano nuevo de la cantina de la Merced, camino del Zalacaín, hemos visto barullo en la puerta de los bares de la época heroica. Ahora, ni sé ni me interesan sus nuevos nombres, pero sé , para todos los que compartís edad y edad mental (todos somos veinteañeros), joder, entre la puerta de Quitahipo y Pelotazo, había barullo y traca, y dos pares de números de la poli nacional (4 números, que sois gilipollas la mitad de los que véis esto habitualmente, tontísimos). Y le he dicho a Jesús sí (en condicional) sí, digo, chac!!!, sí...cómo no preguntarlo, le decíamos, le preguntábamos al chino del chino en que atracan al personal qué había pasado. Los jóvenes, ...y varias cosas más ha dicho el cabrón. Que se han peleado, sin la d. Pues eso, barullo. Pues, eso, una paliza.
¿Para qué perder el tiempo? Eso dicen Manolo y Genís. Ahí, y hay. Dí, lo qué estás pensando, qué gran letra. Los tontos y todo lo demás. Cabos, mares y acuíferos. Y toda su puta madre. Pues, eso , que sois tontísimos, incunables. Y encima, no sabéis contar.

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