Hace 38 minutos
miércoles, 31 de diciembre de 2008
La fiesta de los maniquíes.
Para los que salgáis esta noche (yo estaré refugiado entre azules y textos sagrados) recordad que es la fiesta de los maniquíes, de una panda de subnormales que en su mayoría no se miran la mierda de su ombligo durante 364 días, pero, mira tú, el 31 de diciembre, deciden que su gilipollez tiene que manifestarse públicamente. Desconfiad de l@s put@s maniquíes, porque, sin duda ninguna, su brazo podrido está cerca. Muy cerca. Y luego vendrá, como no, el réquiem. Y en ese réquiem yo me reiré. Muchísimo, sin duda. Y en sus entierros, más todavía. Muchísimo más. Pues eso, a kilómetros. Y punto
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
12 comentarios:
puff, qué agresivo!qué miedo das!tomáte unos cuantos azules, sonríele a la vida y deja el mundo correr. Feliz comienzo de año!muaks
Ya llevo unos cuantos, ese es el déficit.
Gracias por tu felicitación. Yo me refugiaré también en algún azul entre mis sábanas calentitas de franela. Besitos Manuela
Exceso de azules tampoco deber ser bueno. ¿Se pueden combinar?
Un saludito, Manuela, eres la más grande. Y vivan las minifaldas.
Mundano, ya he cubierto mi cupo de azules esta tarde. Esta noche toca Chivas del bueno.
Chaíto!!!
Buena madrugada para, metiduco en la cueva, revisar la colección de moscas y recordar los ojos de la gente.
Pues eso.
Vale celebrar con la suegra, la mujer y Cardhu de 15 años? Buena noche a todos.
Como en casa, en ningún sitio. Libre de maniquíes.
Un abrazo.lka
Buen primer día del año. Por mi parte, nada de maniquíes. Una cenica familiar, acompañando a mi madre, que en un día como el de ayer-hoy, por la cosa de que era el santo de mi padre, se echa sus lloros en la segunda nochevieja que pasa sin él. Menos mal que había niños, que todo lo desdramatizan. Y la piña rellena de langostinos y otras monerías, divina. Como que la hice yo. Eso sí, me pasé con el cava. Qué dolor de cabeza. Otro año, otra vez. Un abrazo.
Pues nosotros hicimos un trío, vamos que la niña malita durmió entre nosotros. La cena en el congelador, esperando tiempos mejores, las uvas ni las olimos, no te digo el gin.
Un dedo le quedó a la botella de chivas,que yo lo ví.Pero ni la olí,ni la probé.
Ahora si,el barril de heineken voló,voló..
Como dice Josele Santiago, "vuelo de volar". y pensando no se llega a ná. A ná
http://www.youtube.com/watch?v=mQMfEKoHrxA
Publicar un comentario