sábado, 6 de marzo de 2010

Cosas que los nietos deberían saber.


Entre tren y tren he terminado de leer Cosas que los nietos deberían saber, la magnífica autobiografía de Mark Oliver Everett. Ya he hablado por aquí de él en más de una ocasión y su música es un referente continuo. Aunque la primera canción que escuché de Mr. E fue el Fresh Feeling, su música va mucho más allá. ¿Vale la pena la vida? ¿Por qué hay que llevar a cabo una revolución cuando lo mejor es estar encerrado sólo en casa? Muchas veces nos preguntamos si hemos hablado lo suficiente con nuestros amigos. El viejo espíritu errante de Grace Kelly, vamos. Lo mismo de siempre pero con las jodiendas con vistas a la bahía bien húmedos. Mr. E cuenta el ejemplo de su padre muerto: “Comprendo que el modo de vivir mi padre tenía su valor. Comió, fumó y bebió lo que le dio la gana y un día murió de repente. He sido testigo de otras opciones, y desde luego disfrutar con lo que tienes y morirte de golpe no es mala forma de acabar”.

Las vueltas de la vida. También cuenta Mr. E como le limpiaba a su madre la mierda cuando estaba en su última fase del cáncer de pulmón que se la cargó. Y un recuerdo constante de Mr. E es su hermana Liz, que al enésimo intento de suicidio consiguió lo que se proponía. La vida da muchas vueltas, la verdad. Todo es imprevisible y lleno de sorpresas. Este CQLNDS es una de las mayores reflexiones sobre la relación muerte/vida que están al alcance de nuestras manos. Dice Mr. E: “Y la muerte es una parte importante de la vida que por lo general intentamos fingir que no existe”. Pero siempre nos queda la música. La música nos salva. Y pedir menú sorpresa es siempre una sorpresa. Pero la muerte siempre está ahí. Dice Mr. E: “Uno de mis pasatiempos favoritos consiste en imaginar cuanto tiempo pasará entre que muera y encuentren mi cuerpo. Paso tanto tiempo a solas que seguramente tengo muchos números para ser una de esas personas que la palma sin que nadie se de cuenta durante días o semanas”. Y es verdad. A fin de cuentas, estamos podidamente solos y ahora mismo estoy hablando con la pared de mi residencia catastral. Y lo que tenga que pasar, pasará. No te preocupes. Pero cuando pase, estarás solo aunque creas que estás rodeado de tu gente. Obrita imprescindible. Y punto.

4 comentarios:

alfonso dijo...

parece algo espeso para como está ahora mismo mi cabeza

Anónimo dijo...

Hay algunas cosas que mis nietos deberían desconocer... y no hagas calimochos con don Simón, sinvergüenza, que luego la peña puede tener cataratas.

rakel dijo...

Dejame en herencia tu botella oculta de azuuuuul.
Ah y el sombrero de los cascabeles.

Anele dijo...

Lo siento pero como no estoy acostumbrada a que hables tanto. No me han entrado las ganas de leer tu entrada.
Sólo paso a saludarte

;)

Gracias, Salva.
Y no me pienso quedar con las ganas de conocerte en persona. Ni a ti ni a Conxa. Qué lo sepas.