Mirada desquiciada

¿Por qué son distintos los lunes? Por muchas cosas. Y todavía no quiero hablar del multitratado tema de los lunes por la tarde en invierno. Esta semana es especial porque ha vuelto Paul Shirley a su cita de los lunes en El País. Y no nos engañemos. La excusa es el baloncesto. La mirada lúcida de Shirley se traduce en frases como la de hoy: "Los políticos de mirada desquiciada ocultan la realidad". Digo que el basket es la excusa. Para los que no vamos a pisar Yankilandia en la vida, Shirley nos ilustra con unas letrillas sobre el universo dirigido por Obama. Y dice lo que piensa, que hoy eso está muy cotizado. Y tiene miles de frases míticas, la verdad: "Es extraño, pero las mujeres que son lo suficientemente inteligentes como para dar una buena conversación y algún comentario agudo no son las que se impresionan cuando les digo que soy jugador profesional de baloncesto. De hecho, suelen darse media vuelta e irse. No les culpo. Los deportistas, como gremio, no somos un subconjunto digno de la confianza de la humanidad". Las alturas hacen que las neuronas sean distintas. Alguien me dijo eso alguna vez. O tal vez no. No lo sé. Pero da gusto leerlo, la verdad. Aunque a veces, la verdad duela. Pensar te mete en líos, y escribir lo que piensas, más todavía.

Y claro, acabas en la calle. En la puta calle. ¿Alguien lo duda? Estoy de acuerdo con lo de los condones, que quede claro.