Hace 31 minutos
domingo, 14 de agosto de 2011
Ahora que no somos nada
Te acercas al banco y te dejas engañar. Te crees que esa hipoteca, va a ser para toda la vida. Pero la cosa se pone fea (y no miro al horizonte, que estoy en mitad del Atlántico y esas nubes negras tienen pinta de cabronas) y te mandan a tomar viento fresco. Y los políticos, esos malamadres de la Pe a la E, llenándose los bolsillos. Y todo lo demás, también.
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4 comentarios:
Creía que estabas en la playa. Ayer me dolían los huesos después de ir al hospital me tomé un efferalgan y me acosté, pero no he pasado buena noche.
Son la única raza que odio de corazón.
y hemos sigo algo, alguna vez?
Uf... qué pereza me está dando aterrizar
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