Secret State

Encerrarte un ratito y ver Secret State. Se cargan los elementos y alguien más al primer ministro británico y su sucesor, aparte de las ratas de compañeros de partido y gobierno, a capear el personal. Resumiéndolo mucho, en plan rápido, en plan primero de la ESO, es lo de siempre: no existen los gobiernos políticos, existen los gobiernos de las empresas. Tal que así. No hay que darle más vuelta. Aquí, en las islas británicas, en Yankilandia. En zonas mediante incivilizadas, como las citadas, la democracia es un puto truco de marketing. Barniz del bueno, del que utilizan los viejos marineros para sus viejos barcos de mierda. El hilo de seda, el bueno, lo utilizan las billonarias empresas. De las intrigas políticas no me sorprende nada. Mierda sobre mierda, estiércol sobre estiércol, aunque los ingleses son como todos. Bueno, han institucionalizado la bebida desde las 11 de la mañana en ciertas zonas, no como como aquí, que a algunos todavía les da vergüenza beber antes de la hora del Ángelus. De los servicios secretos, del MI5 y el MI6, mejor no digo nada, se retratan ellos solos en los 4 episodios. Pues eso, que si la gota fría no os lo impide, ni el conflicto en Siria o el de Egipto, meterle mano a Secret State. Que sepáis que hasta los pequeños milagritos existen, que hasta las parapléjicas, de vez en cuando, se levantan de sus sillas y se ponen a darle a la tecla y a retratar en los tabloides al personal. Y que en Davos sobra personal, también. Y viva Rusia y el italiano!!!. Y punto.