Hoy
toca hablar de la Iglesia. De
los renglones torcidos de Dios. Hoy no voy a hablar de los curas vascos que
apoyan a ETA. NO. Eso lo haré otro día. A esos individuos solo les espero una
muerte lenta y dolorosa, y que en el más allá San Pedro les meta el anzuelo y
la caña de pescar hasta los intestinos. De esos malnacidos hablaré otro día.
Hoy voy a hablar del abad de Monserrat, ese pajarrucho benedictino que da más
asco que un charco en Glastonbury. El tal Soler, Josep María Soler apoya desde la Iglesia a la Cataluña independiente.
Esta chusma es la que pastorea al rebaño, a ese rebaño cada vez menos numeroso.
El pasado 23 de enero, el inclíto benedictino aseguraba que "un eventual estado catalán sería reconocido por el Vaticano".Y yo le digo, lo mismo que la Santa Sede.
Y una mierda como el sombrero de un picador. También dice el inclíto Soler que la Iglesia catalana está
preparada para la separación. Vaya pájaro el benedictino. Menudo gañán. En ¿Qué
es la historia?, Eric Kahler nos recuerda lo que nos decía Amaury de Bene en
sus tesis fundamentales: "Que todo lo que existe es Dios, Dios es toda cosa y
Dios es la existencia de todas las cosas.”. Tome nota, señor Soler, ínclito
benedictino. Y amén
Hace 40 minutos
2 comentarios:
Yo creía que era de Torcuato... Debe existir una especie de justicia universal, aunque a veces no lo parezca.
ESos, como la mayoría de la ESO, al infierno.
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