miércoles, 6 de abril de 2016

Batallas perdidas

Siempre la derrota es lo que toca. No toca el cupón prociegos. Ya no utilizamos la expresión prociegos, no sé el motivo. Estamos perdiendo, en mitad del colegio mandarín (tampoco utilizamos escuela) las buenas y malas costumbres. Las mejores costumbres son las malas: los reclutas de todas las tardes, los quintos de todas las tardes, los gintonics de todas las tardes y la expresión cupón prociegos. No. Y está claro, los ciegos son una minoría de los vendedores de cupones prociegos. Todo es un perfil, un barniz para pasar la tarde sin recurrir a las buenas costumbres y a las expresiones comúnmente utilizadas hasta el refrito historicista que nos (des)gobierna y nos inculturiza con LOMCE y sin LOMCE, con historias que no llegan a ninguna Roma, ni a Cartago ni a la Fenicia de todos los días, con o sin libros. O tal vez, sí.

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