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viernes, 24 de febrero de 2017
Apple Tree Yard. Primera temporada
Premisa número de la que parte Apple Tree Yard: todo es mentira. Como casi todo en la vida, nada es real. Sarta de mentiras. Absolutamente mentira. De ahí en adelante, podemos especular, escupir en mitad del Mediterráneo (mierda sobre mierda), mirar(nos) el ombligo y todo a lo que vosotros queráis poner en un altar. Partiendo de la mentira, de las palabras dichas a la luz de una cámara invisible, de un ángulo muerto, de un armario vacío, de una interrogación sin final, cualquier cosa es posible. No somos el centro del universo, porque ese centro está en todas partes. Absolutamente en todas. Peregrinaciones, las justas. Los pecados son impenitentes. Mentira los actos de contricción, los juicios (los paralelos y los otros), los daños colaterales y la mierda edulcorada. Cada uno de los actos que hacemos pueden implicar dolor a todos los que nos rodean. A todos. Antes o después, todo tiene consecuencias. Perjurio es un eufemismo barato. Y no se puede hablar de futuro en posición horizontal. Y si te crees lo que te dicen en posición horizontal, es culpa tuya. Golpes en el pecho en mitad de una misa los justos. Gran reflexión sobre lo que pensamos que influimos en los demás la que nos (de)muestra esta primera temporada de Apple Tree Yard. Ya no hay patios, ya no hay manzanas, ya no hay ansiolíticos que quiten este puto dolor existencial. Y todo lo demás, también.
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1 comentario:
Y si todo está tan bien, si todo es tan sencillo por qué....
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