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jueves, 28 de febrero de 2019
Algo en que creer. Segunda temporada.
No empieza esta vez Algo en que creer en su segunda temporada con citas del Éxodo, sino que vamos a San Mateo. Pero entre el Éxodo y las palabras del segundo, hay demasiados matices. Muchos. Innumerables. Algo en que creer está lleno de matices: de tortura, de dolor, de olvido, de garra, de fuego, de sangre, de lágrimas y, sobre todo, de pérdidas. Muchas pérdidas. La acción nos lleva año y medio después del final de la primera temporada, pero los demonios interiores y de la vida cotidiana siguen ahí: el rencor, la capacidad de odiar, la inventiva, los celos, la distancia, la venta y bajada de pantalones ante el Islam. De todo un poco, como en terapia. Como en la maldita terapia, como tomar la tensión arterial todos los putos días. Casi nada. Y el Apocalipsis, y Jalogüín, y una Medium para terminar de cerrar el puto círculo. El maldito círculo. Incienso y cambios en la vida. ¿Qué está demostrado en la vida? ¿En qué nos ayudan los libros que leemos? ¿Mantenemos lo que pensaba como Lutero ante sus adversarios? ¿Somos solo presa de la vanidad? ¿Podemos aceptar la derrota? ¿Qué fue del riesgo por la fe? ¿Qué fue del riesgo por la legitimidad? ¿Se puede dar esperanza mientras se cierran iglesias? ¿Esperar? ¿Qué esperar? ¿Y qué hacer cuando Dios deja de querer(nos)? ¿Qué se puede hacer? ¿Se puede (re)visitar el Sermón de la Montaña? ¿Se puede amar a los enemigos? ¿Se puede rezar por los que te odian? ¿Se puede rezar por los que te persiguen y hablan mal de tí y desean tu muerte en todos los sentidos? ¿Y si se mueren los clientes? ¿Y si todo es una base de barro cocido que soporta mal el calor? ¿Hay muertes deseadas? ¿Hasta dónde llega nuestra responsabilidad en la muerte de los demás? ¿Tenemos demasiado Dios en nuestras vidas? ¿Hay oscuridad en la pantalla de un ordenador? ¿Hay luz en esa oscuridad bajo el teclado? ¿Hay amor en nuestras vidas? ¿Hay luz en nuestras vidas? ¿Sigue vivo el niño Jesús en nosotros? ¿Somos transmisión? ¿Cómo afrontamos la fragilidad? ¿Quién es el camino, la verdad y la vida? ¿Debemos creer esa frase sanjuanera 14:6? Nada como las campanillas de invierno para los moribundos. ¿Cuál es la premisa de la tragedia? ¿Queremos ira o tragedia? Será por debates, será por poner mierda sobre mierda. ¿La confrontación precede a la purificación? La contaminación como enriquecimiento. ¿Qué hacemos con los falsos vínculos? ¿Cómo nos desquitamos de ellos? ¿Podemos ir de farol constantemente? Las mentiras que nunca se acaban. ¿Lo especial debe ser eterno? ¿Qué fue de la responsabilidad? Huir para no hacer frente a las responsabilidades. ¿Seguro que fue fiel San Mateo a Jesús al recordar aquellas palabras evangélicas ("Y estaré siempre con vosotros, todos los días, hasta el fin de los tiempos" (18:29)? Vaya usted a saber, vaya usted a recoger ovejas perdidas porque esa la función del pastor. Velas para todos, para la escoria del mundo, para aquellos que no tienen nada, para aquellos que no juegan porque saben que no van a ganar. Los problemas para terminar las cosas. Dejarlo todo antes de acabar. ¿Motivo? ¿Por qué terminar algo que no quieres? ¿Por qué todo es tan complicado? Hay que hablar porque es necesario, porque todo tiene explicación aunque nos neguemos a ello. ¿Son los feligreses la clientela de la Iglesia? ¿Vemos agravios en vez de problemas? ¿Cuál es la amenaza para un rebaño sin orden ni concierto (en do menor)? ¿Por qué fiarnos de algo que es "pura ciencia" en vez de superstición? ¿Hasta le damos credibilidad a alguien que habla con los muertos? La lucha madre/hija por las tradiciones (modas envejecidas) del Islam. ¿Es posible poner orden en nuestro pasado? ¿Nuestro desván sigue lleno de la mierda del pasado? Y volver al origen de todo, a la Iglesia del Santo Sepulcro. Buena pregunta la que se hace AEQC: "¿Es la vida eterna un conjunto de lo que recordamos los unos de los otros?". Vaya usted a saber con la llegada a los orígenes, con la ceniza cambiada, con el paseíto por la Vía Dolorosa por la ciudad vieja. Viva Jerusalén. ¿De qué vale controlarse en esta vida? Viva la exaltación y las buenas y malas preguntas. Y todo, ¿para qué? También siguen otro tipo de preguntas: "¿El hombre moderno no cree en Dios?". ¿Desde que perspectiva podemos predicar o intentar predicar sin fe? ¿La renuncia es una opción? No somos perfectos, pero renunciar, es una mierda. ¿Por qué tenemos que renunciar en cualquier ámbito de nuestra vida? Viva Kierkegaard. ¿Qué es lo que nos pierde? ¿Qué nos lleva al desastre? ¿Por qué darle hilo a la cometa si no encontramos el viento? La sociedad existencial. El relevo generacional. Culpa y perdón, alegría y decepción. Pero siempre hay un rayito de sol, algo de esperanza, un rayito verde chinarrístico. Y, otra vez, la culpa y el perdón, y caminar y no llevar rumbo fijo. Nunca. No hay brújulas con la religión. Nunca. Hasta nos citan a Churchill en AEQC: "Sí estás atravesando el Infierno, sigue caminando". Toma ya. Siempre hay que pensar. Mucho. Y puestos a pensar, y recordando a los fallecidos, debemos preguntarnos si cumplimos los deseos de los muertos. Vivan los milagros, viva el día a día. Hasta los más pesimistas tenemos días buenos. Sea ese Muro, o sea el muro de todos los días, la cúpula de todos los días.
Coda: Y todos tenemos obligaciones, matinales y el resto del día.
Coda 2: ¿Por qué tenemos que aceptar la autoridad? ¿Qué imagen creemos que tienen los demás de nuestras miserias? ¿Es lícito actuar orgullosamente? ¿Cuál es el límite de la fidelidad a una idea?
Coda 3: ¿El Evangelio de Santo Tomás es un evangelio de hippies? ¿Existen los dioses lloricas?
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