Los ángeles deben estar furiosos, como diría Rob Dougan. Sobre todo, los caídos. Digo siempre que todo es mentira. Nunca mejor dicho en Red de mentiras. Todo es más falso que un billete de Maleni Álvarez. ¿Por qué nunca habrá un billete con esa cara? Hay que hacer una manifestación para pedirlo, por Dios. Todo es mentira, y como dice el cada día más creíble Russell Crowe, “nadie es inocente”. En esto no hay inocentes. También dice que “nadie quiere vivir en Oriente Medio”. Nadie, por supuesto. Tampoco me extraña. Y rodeado de cabrones (aunque el mayor de todo es Crowe en la pelí), Leo intenta hacerse un hueco, informar, enredar, sudar, beber, enamorar. Y no se dice Guerra, se dice “situación de Irak”. Y todo ello rodeado de decenas de golfos: de aquellos que utilizan el Corán para vender humo, de aquellos que juegan a las batallitas por teléfono, de aquellos que quieren revoluciones sin consecuencias. Todas las revoluciones tienen repercusiones. Siempre sangre. Lo demás es mentira. Una gran mentira. Una gran película.
Hace 3 horas
3 comentarios:
Gran pelicula, a mi el que mas me gusta es el jefe de los servicios secretos jordanos, que elegancia!!!!
Tongo en el consurso de mates!!!!!
Los jordanos. Qué lugar con encanto.
Muy buen film y, aunque Crowe no sea santo de mi devoción, su personaje es perfecto. El cabrón que se esconde en toda trama política de invasión en terreno ajeno.
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