Hace 1 hora
martes, 28 de mayo de 2013
El (des)merecido gintonic
Desde aquí, siempre reverencias. Lo de hoy, por los precios de las copas en el Congreso, solo se llama de una manera: envidia. Envidia pura y dura. Sí. Es envidia. En vuestros bares de referencias, os sacan un riñón. Reconocedlo. Un puto riñón. Y a los salvapatrias, casi gratis. Es lo que hay. Siempre hay clases, y luego está la "clase" política. Y todo lo demás.
Coda: y los hielos, de congelación albaceteña.
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4 comentarios:
asi les salga una ulcera y ya no quede Almax en la botica
Aquí un jodido riñón y medio y todo lo demás a parte de la envidia. ;-)
Ay... el nunca bien ponderado oficio de bebedor de gintonics
Esto es grave, muy grave.
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