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lunes, 6 de mayo de 2013
Sobre Jason Collins
Se ha escrito mucho sobre la condición sexual (hecha pública esta semana) de Jason Collins. Después de Amaechi, se atreve a hacerlo. No le queda mucho en el basket (o quizá nada), y tiempo poco que perder (y, quizás, mucho que ganar en publicidad, y, en política). Y esto no me gusta. Aprovecharse (quizás esté equivocado) de su condición sexual para asegurar un futuro profesional no sé si porque es amigo de Chelsea Clinton (¿la primera presidenta de USA?) o porque una empresa de ropa deportiva le llene la cuenta corriente de unos que van delante de ceros. Los abanderados, como dijo un amigo mío, para los Olimpiadas. Y los que hemos jugado al baloncesto, que antes eramos legión y ahora son muchos menos (I'm sorry) lo sabemos: hay cosas que no nos gustan.
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