Hace 44 minutos
sábado, 11 de abril de 2020
La línea invisible. Primera temporada.
La pregunta que quizás debería hacer(se) Barroso (y compañía[y nunca mejor dicho compañía, pagada por la empresa que tiene su origen en la etapa primorriverista]) es el motivo de que unos niños guays con americanas y jerseicitos decidieran empezar a pegar tiros y matar gente en Euskadi. En las jodidas Vascongadas. Ni más ni menos. Revolución, dolor, sangre. Muchas palabras para describir el dolor causado por ETA. Por la ETA. Por la puta ETA. Por la jodida ETA. La línea invisible es un buen producto. Visualmente, estilísticamente (a mí me parece inferior a El día de mañana, pero es que El día de mañana son palabras mayores, es un abecedario delante de un puñado de letras malparidas [otra vez me refiero a ETA, a la puta ETA]. "La lucha se convirtió en locura infinita que no sirvió de nada". Quizás la última frase de la serie intente explicar el motivo de esos guays y sus jerseys de joder la marrana. De crear dolor. De joder a la mejor zona de España, con la renta más alta, con la industria más avanzada... se joda. Se joda todo. Como si no hubiera mañana. Y más preguntas. ¿Cómo nos ha engañado esa superioridad moral de cierta izquierda en vendernos la mierda a precio de oro? Los vascos, dice la serie, miles de años y prestos ante miles de contagios. Pero ha llegado el coronavirus y ha dejado al PNV en bragas (otra vez). De los dos sepultados en un jodido vertedero de los que solo se acuerdan unas familias y les da publicidad Bea Fanjul hablaremos otro día. La caja del diablo... Y me he vuelto a dormir. Ese mismo PNV que durante la GCE jugaba en unas provincias con una baraja y en otras con otra baraja. Y siempre marcadas. En fin. También reflexiona (y mucho) La línea invisible en el asqueroso papel de la iglesia vasca, la asquerosa (en su mayoría) iglesia vasca en el germen de ETA. No nació en una jodida sacristía. Nació en salones parroquiales, que no es lo mismo. Mierda sobre mierda. Incienso sobre incienso. Agua bendita sobre agua bendita. Ponen en boca de uno de los ideólogos del invento vasco, del RH que ahora ha recordado Torra, palabras sobre marxismo y antifascismo y vasquismo. Pero no incluía a los de Murcia ni a los de Badajoz, ni a los de de Galicia. No. RH por encima del resto. Solo hay que ver el careto de Arzallus, de Ibarretxe, de Imaz, de aralares y bildutarras que esta semana, en plena pandemia coronoravírica, se sulfuraban por ver en un coche de policía local una bandera esapañola. Y tenían que salir curas sí o sí, y referencias a Cuba e Israel y la ría de Bilbao en los años 60. Todo mentira, por supuesto. Siempre mentira. Siempre hay un burgués jugando a la revolución bebiendo Nescafé. Siempre. O té. O ron con arándanos. Y el frontón, y la cesta punta y el ábaco como primera computadora de la historia. O de la Historia. ¿Empezó la Historia en Roncesvalles? ¿Fue Carlomagno el primer opresor del pueblo vasco? ¿Por qué no queremos acordarnos de Fernán González? ¿Y de García Fernández? Y alumnos metidos a profesores que juegan con sus gafas pijas con la vida de los demás. No da el pego. Y hablar, en mitad de un cuadro de Sorolla, con una buena mujer, sobre el futuro de la humanidad (¿era Lenin bueno de pequeño?), sobre lo que decimos al psicólogo o al psiquiatra ( o a la psicóloga, o al psicólogue, o al psiquiatro, o al psiquiatre o le psiquiatre). Todo mentira. ETA ES UNA GRAN MENTIRA, no se le puede poner algodón de azúcar. Esta semana de pasión sin procesiones por las calles no necesita dulcificación. Del amigo Asier hablaremos otro día. Espero que Federico le pregunte a Alaska por las palabras de Asier. Y rezando, de modo planetario, para que Asier dé una respuesta convincente (suenan violines en do menor). Suena Vivaldi esperando a Asier en San Juan de Luz. Más violines. Más Vivaldi. Más bucle. Siempre hay un Estudio 1 al que recurrir (yo he visto con mis padres un par de ellos ahora, muy recomendables aunque no juguemos [en privado] a regaladores de consejos). Ricardo III. Ni más ni menos. Vaya jodido Estudio 1. Casi nada, joder. ¿En qué consistió la lucha armada? ¿Qué mierda era eso de dar guerra? ¿Dar guerra? ¿El ejemplo era Argelia? ¿El ejemplo era Cuba? ¿El ejemplo eran casi mil muertos? Comparado con un día de coronavirus en el expediente de Pedro Sánchez, en el currículum de Lastra (ahora sí que suenan violines al son del Principio de Peter), en el no sé qué de Ábalos… Pero son con nombres y apellidos. Todos. Los de la metralla etarra en Hipercor y los que no pueden ser enterrados por sus hijos en 2020. Y siempre hay culpables. Siempre. Y todo lo demás, también.
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